Luego de una semana agitada, en la que nuevamente se registraron ataques y amenazas a trabajadores del transporte y unidades de colectivos, el jueves por la noche un bus urbano de la línea 103 fue apedreado en el norte de Rosario.
El hecho se registró cerca de las 21 horas en la zona de Casiano Casas al 1800. Según lo relatado por el chofer del interno 4531 de la línea 103 de Transporte Urbano, un ruido muy fuerte lo sorprendió mientras hacía el recorrido habitual y, al detener la marcha, constató que un piedrazo había hecho estallar los cristales de una de las puertas.
Tras la denuncia, personal de la Policía de Investigaciones (PDI) concurrió al lugar y se pudo constatar que no había carteles o amenazas mafiosas, como en otras ocasiones. Afortunadamente, tampoco hubo pasajeros heridos.
El pasado martes, la Unión Tranviarios Automotor (UTA) lanzó un paro de colectivos debido a que la noche antes se registraron cuatro ataques y amenazas en ómnibus urbanos e interurbanos. La parálisis del transporte público se profundizó durante esa misma madrugada por una medida temporal del Sindicato de Peones de Taxis (SPT).
¿CÓMO FUERON LOS ATAQUES Y AMENAZAS EN COLECTIVOS DE ROSARIO?
El primer ataque de la serie ocurrió a las 21.40 del lunes, cuando un colectivero cruzaba el arroyo Saladillo hacia el norte por la autopista a Buenos Aires. La víctima escuchó el estallido de un cristal de la puerta delantera, de modo que fue hasta la intersección de bulevar Oroño y Battle y Ordóñez para avisarle a la policía frente al casino City Center.
El caso siguiente tuvo lugar a las 23 en Crespo y Virasoro, donde una conductora de la línea 126 advirtió que habían atacado el vehículo. Los peritos balísticos no encontraron orificios de entrada o salida de proyectiles ni vainas servidas.
Casi a la misma hora, un empleado del Expreso de Rosario Bus fue amenazado por dos hombres en la punta de línea del barrio Las Flores. La versión preliminar indica que uno de los delincuentes exhibió algo parecido a un arma de fuego.
A la medianoche del miércoles, un colectivero del 110 encontró una nota con amenazas de muerte cuando terminó su recorrido en Nazca y Acevedo. Fuentes judiciales detallaron que la hoja blanca estaba debajo de uno de los asientos.