La Cámara de Apelaciones de Rosario ordenó este lunes la prisión domiciliaria de Marina García. Se trata de la pareja de Yalil Azum, el empresario imputado por lavado de dinero procedente del narcotráfico y otros delitos atribuidos a la asociación ilícita en la que fue señalado como líder.
La defensa de la mujer de 34 años había pedido la morigeración de la medida cautelar que se dictó dos meses atrás, cuando se realizó la primera audiencia vinculada a la causa sobre estafas, juego clandestino, usura y encubrimiento. La jueza Gabriela Sansó dispuso que le coloquen una tobillera electrónica a la gerenta de la flota de taxis del “Turco”, entre otros negocios.
En la misma audiencia, la magistrada rechazó la liberación de Maximiliano González de Gaetano, otro de los imputados dentro de la investigación. Además de este caso, el acusado de 53 años está vinculado a la megaestafa inmobiliaria denunciada en 2016.
Desde el MPA señalaron que el sindicalista era el “socio principal” de la asociación ilícita que montó Azum con su pareja. Por otra parte, el fiscal Sebastián Narvaja le imputó un nuevo hecho vinculado a los delitos de estafa y amenazas coactivas.
Respecto de García, los investigadores recordaron que se hacía cargo de administrar alquileres, compra y venta de inmuebles dentro del circuito de lavado de activos. Con su pareja crearon en 2017 la firma MIP Servicios SRL. Por entonces declararon que realizaban tareas de limpieza y dos años más tarde agregaron actividades en el sector de la construcción.