Murió Virginia Ferreyra, la bailarina baleada en una parada de colectivos en Rosario junto a su madre, quien había fallecido en el acto. La mujer de 32 años, que fue sometida a múltiples cirugías, estuvo 63 días internada en estado crítico.
Según informó Jorge Bitar, el director del Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca) a Radio 2, alrededor de las 3:30 de la madrugada, la paciente tuvo una “braquicardia extrema” y entró en shock. A pesar de las maniobras de reanimación, no pudo sobrevivir.
Además, detalló que durante el tratamiento, los médicos detectaron complicaciones infecciosas y este viernes decidieron operarla por un problema en la parte izquierda del tórax por lo que luego de la intervención requirió asistencia respiratoria mecánica.
La muerte de Virginia se produjo dos semanas después de la primera audiencia de imputación por el asesinato a su madre Claudia Deldebbio de 57 años. Según la teoría del Ministerio Público de la Acusación (MPA), los primeros dos detenidos tienen conexión con la banda que lidera René Ungaro desde la prisión.
Cómo ocurrió el hecho
El sábado 23 de julio, Virginia Ferreyra había ido a visitar a su familia, a la vuelta fue a la parada de colectivos, ubicada sobre Maestros Santafesinos e Isola, junto a su madre y así volver para el centro. Pero un grupo de delincuentes llegó a bordo de dos autos y comenzaron a disparar.
En primer lugar, los sujetos apuntaron contra la torre 11 de los Fonavi del Parque del Mercado. Después giraron hacia la vereda opuesta y siguieron dispararon en dirección a la Plaza Rodolfo Walsh. “El ataque no estaba dirigido en absoluto hacia quienes resultaron víctimas”, sostuvo el fiscal Patricio Saldut.
Los dos detenidos son Lautaro Cortez (19), quien era el conductor del Peugeot 308 y su padre Fernando (45) que fue uno de los que efectuó el disparo.