El Ministerio de Seguridad provincial pidió que el próximo clásico rosarino, que se disputará el próximo 20 de julio, se juegue a las 15 por cuestiones logísticas. La solicitud obedece a que la jornada coincide con los festejos por el Día del Amigo.
El pedido, realizado por el director provincial de Prevención, Marcos Alejandro Romero, fue remitido al directivo de la Liga Profesional de Fútbol (LPF) Alejandro Roncoroni, se fundamente en una cuestión de seguridad pública.
De hecho, al conocerse la noticia del día en el que se disputaría el partido entre Rosario Central y Newell’s en el Gigante de Arroyito, los gastronómicos mostraron su descontento, planteando que la situación los perjudicaría seriamente.
Además hay temor de que puedan registrarse incidentes, sobre todo en los bares cercanos al estadio canalla, en caso de que haya un vencedor. Otra posibilidad, no planteada por la Provincia, pero que circula entre las autoridades, es que el partido se pase para el martes 19 o el jueves 21 de julio para evitar la superposición.