Intento de extorsión y balacera en Rosario: liberaron al taxista detenido

El chofer fue acusado como parte del plan de un preso en Piñero. Seguirá presa la mujer que fue a buscar el dinero.

Intento de extorsión y balacera en Rosario: liberaron al taxista detenido
El chofer y la supuesta cómplice cayeron in fraganti el sábado en la Plaza Santos Dumont.

La Justicia de Rosario decidió este miércoles liberar al taxista detenido por un intento de extorsión tras una balacera en la zona norte. Se trata de una de las tres personas imputadas por la Fiscalía a raíz de la denuncia de mensajes intimidatorios atribuidos a un preso de la cárcel de Piñero.

El chofer había sido capturado el sábado en un operativo policial armado para atrapar a los delincuentes mediante un falso acuerdo para pagar el dinero que le pedían a la víctima. El conductor quedó bajo arresto junto a la mujer a la que llevó hasta la Plaza Santos Dumont, mientras que el autor del plan ya está alojado en la Unidad Penitenciaria 11.

El fiscal Pablo Socca imputó a Diego Valentini (64) por el intento de extorsión. Al final de la audiencia, el juez Florentino Malaponte dispuso la liberación del taxista bajo reglas de conducta en el marco del proceso penal.

Por otra parte, el magistrado ordenó la prisión preventiva por 90 días para Cynthia Rego (46), detenida en la zona norte de Rosario cuando bajó al coche a buscar la bolsa en la que supuestamente estaba el dinero. Tanto el chofer como la mujer son considerados partícipes primarios en la causa.

Según el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el principal responsable del intento de extorsión y las amenazas es Leonardo Rodrigo Contreras (21). Según la evidencia recabada por la Fiscalía, el preso alojado en el pabellón 8 de la cárcel de Piñero pactó la entrega de 250 mil pesos luego de haber exigido el doble de ese monto en efectivo.

La Fiscalía conecta estos mensajes intimidatorios con una balacera perpetrada el jueves 3 de febrero en Agustín Álvarez al 300. Allí dispararon contra la casa de una mujer cuya expareja fue el primer destinatario de los mensajes intimidatorios.