Desde hace tiempo los comerciantes vienen denunciando que el centro de Rosario está infestado de delincuentes, que operan a toda hora del día. Mecheras, pungas, carteristas “trabajan” sin descanso, tanto, que relevamientos informales hablan de al menos una decena de robos de celulares por día en la zona.
En este caso, la víctima fue un jubilado, que se detuvo un momento a mirar una vidriera de Paraguay y Córdoba, pleno microcentro. Ese ratito fue aprovechado por un carterista, que lo venía siguiendo, y que al ver la oportunidad, le arrebató sus pertenencias y se dio a la fuga.
El hecho ocurrió a plena luz del día, con la zona llena de gente y decenas de cámaras filmando. Nada parece importarles a los delincuentes, que raramente son atrapados por este tipo de robos, y cuando esto ocurre, son liberados a las pocas horas.
Así lo afirman los propios comerciantes, que ya los conocen y hasta han llenado las puertas de sus locales con fotos de sus rostros, sin ningún resultado.