Alejandra “Locomotora” Oliveras tuvo una intensa jornada el lunes 14 de julio, a pocas horas de ser internada de urgencia. La exboxeadora debía asumir como convencional constituyente en Santa Fe, y llegó el lunes dispuesta a cumplir con sus nuevas responsabilidades.
En la mañana, participó de varias reuniones virtuales vinculadas a su reciente incorporación al cuerpo constituyente. Su energía y entusiasmo se hicieron notar en cada encuentro, dejando en claro su compromiso con la causa.
Se esperaba que asistiera a un acto en la Legislatura provincial alrededor de las 10 am, pero su ausencia sorprendió a los presentes. Pronto se supo que sus hijos habían intentado comunicarla sin éxito, lo que disparó la alarma .
Fue entonces cuando uno de sus hijos decidió trasladarla personalmente al hospital, sin esperar la ambulancia. Esa rápida decisión fue clave para agilizar la atención médica.
Al llegar al Hospital Cullen, Oliveras fue recibida por un equipo de guardia y neurología, que activó inmediatamente los estudios pertinentes: tomografía y resonancia confirmaron un accidente cerebrovascular isquémico.
Su entorno y un compañero de bloque, Ariel Scalfani, relataron el clima de preocupación. “Hablamos con el doctor Moroni… se encuentra en estado delicado. La operación dentro de la gravedad que hoy tiene ha cumplido los objetivos. Hay que esperar las próximas horas”.
Scalfani también dejó en claro que, si bien la campaña constituyente de Oliveras había sido intensa y signada por algún incidente con Amalia Granata, no se puede afirmar que su estrés estuviera vinculado al ACV.
Mientras tanto, los referentes del cuerpo constituyente solicitaron un plazo de diez días para evaluar si Oliveras podría regresar a sus funciones o, en caso contrario, avanzar con un reemplazo temporal.
Fue así como terminó el último día previo al ACV de una mujer que había comenzado con ilusión su nuevo camino político. Una rutina de trabajo, reuniones y compromisos que, sin esperarlo, derivó en una emergencia médica que la cambió para siempre.
