La polémica por la decisión de Newell’s Old Boys de suspender a seis chicos de sus divisiones inferiores por haberse sacado una foto con Ignacio Malcorra, jugador de Rosario Central, sumó un nuevo y conmovedor capítulo.
El testimonio de Franco Andrés Núñez, uno de los padres de los niños sancionados, se hizo viral tras revelar la reacción de su hijo ante el castigo: “¿Qué hice de malo, papá?”, preguntó con inocencia y desconcierto.
El hecho ocurrió durante un partido de la Liga Infantil, donde los chicos de 9 años, se encontraron con Malcorra y, emocionados, pidieron sacarse una foto. El jugador accedió con amabilidad, sin imaginar las consecuencias que ese gesto tendría para los nenes involucrados.

Días después, el club rojinegro decidió apartarlos de sus equipos como sanción, bajo el argumento de “acciones que no se alinean con los valores e identidad de la institución”. Esto generó una ola de críticas en redes sociales y medios, tanto por lo desmedido de la medida como por el impacto emocional que tuvo en los niños.
“Fuimos a una reunión un martes, ahí a Malvinas. No nos dieron otro motivo que sancionar directamente a los chicos. Los padres hablamos de por qué sancionar a los chicos, que nos sancionen a los padres, que no los vayamos a ver, pero que ellos sigan entrenando. Pero firmaron que no y que no iban a permitir que los chicos no fueran sancionados“, reveló, contradiciendo la justificación pública que realizó el club.

El testimonio reveló también que los chicos estaban ilusionados con su crecimiento en el club y se entrenaban con entusiasmo semana a semana. “Acá lo más importante es la educación de los chicos y enseñarles que están haciendo un deporte, que es lo más lindo que hay. Que se metan con los chicos me pareció lamentable, siendo educadores como dicen que son”, añadió.
“Mi hijo lo único que me dijo fue: ‘¿Qué hice de malo, papá?’, es lo que me preguntó. ‘¿Por qué no puedo entrenar si yo quiero ser jugador de fútbol? Vi a un jugador y me saqué la foto’“, relató el hombre sobre el momento en que le comunicó la decisión de la institución a los padres de los menores.

Tras la viralización del caso, la situación escaló y provocó repercusiones en la dirigencia del club. Aunque desde Newell’s emitieron un comunicado sosteniendo que no se trató de una sanción, el repudio público ha generado una fuerte presión para que se revise la decisión y se dé una respuesta empática hacia los chicos y sus familias.