El Colegio de Abogados de Rosario (Colabro) anunció el cierre del Jardín Familiar y la medida abrió una discusión resonante sobre su conducción y los servicios que presta. A partir de este conflicto, un grupo de profesionales presentó un recurso de revocatoria contra la decisión, pero el directorio considera que es inviable mantener esta actividad.
El establecimiento ubicado sobre Balcarce 1559 dejó de funcionar durante la semana del Día del Maestro. Apenas se produjo este cambio, padres y madres organizaron una protesta sobre bulevar Oroño junto a las trabajadoras afectadas por la resolución.
Pasadas casi tres semanas desde el cierre, un grupo de profesionales del Colabro iniciaron un reclamo legal para revertir la medida. El escrito señala que el directorio no puede actuar en este sentido porque el jardín es parte de una “actividad esencial”. La presentación lleva las firmas de Sergio Martyniuk, María Campodónico, Martín Bozikovich, Matías Ruybal, Juan Roques y Aldo Mercol.
¿Por qué se cerró el Jardín Familiar del Colegio de Abogados de Rosario?
Las autoridades del Colegio de Abogados de Rosario informaron un déficit operativo de $ 78.500.000 entre enero y septiembre en el establecimiento de calle Balcarce. Según explicaron en un comunicado, la suspensión es “fundamental para salvaguardar las finanzas” de la entidad.
“El 100 % de los matriculados está asumiendo la carga de mantener un servicio que es utilizado sólo por un acotado grupo de profesionales”, plantearon desde el directorio. El jardín tenía 42 inscripciones y un cupo máximo de 63 niños y niñas.
El Jardín Familiar Juan Carlos Martorana se inauguró en 2018 y lleva el nombre del fallecido expresidente del Colabro. Bajo la conducción actual de Lucas Galdeano, el directorio concluyó que mantenerlo abierto es “arbitrario” y “deja en desventaja o directamente excluidos” a quienes viven en barrios alejados u otras localidades de la circunscripción.
Quienes piden la reapertura aseguran que el colegio tomó una “decisión unilateral y arbitraria” para reducir el déficit en las cuentas. “Otras áreas nunca fueron saneadas y han mostrado una carga financiera considerable. Es crucial que se realice un análisis más exhaustivo”, reclamó Carlos Ensick, otro de los letrados que condujo la entidad.