El juicio por la desaparición seguida de muerte del joven Franco Casco en 2014 sumó un nuevo capítulo este viernes, luego de que la defensora de Diego Álvarez, jefe de la Comisaría en la que estuvo detenido el muchacho antes de desaparecer, asegurara: “quedó demostrado que a Franco Casco no lo mató la policía”.
“Quedó claro que aquí no hay delito. Y por lo tanto vamos a solicitar la absolución y la inmediata libertad de Diego José Álvarez”, sostuvo la abogada Antonella Travesaro. Y agregó: “Llegamos al juicio creyendo cuatro cosas. La primera que Franco Casco había sido detenido la noche del 6 de octubre de 2014 en la estación Rosario Norte por el móvil 4387. Ese extremo ya está descartado por la propia acusación. Hoy no sabemos si lo detuvo el 4387 o el 5667, a qué hora, quién, dónde. Pensamos que teníamos precisiones. No las tenemos”.
Además, la defensora sostuvo que “se pretendió probar” que al joven de 22 años se lo trasladó a la Comisaría 7ma, dirigida por Álvarez, donde fue sometido a “tratos crueles que le causaron la muerte”; remarcando que “El 7 de octubre el cadáver fue arrojado el cuerpo al río Paraná durante un corte de luz supuesto en la seccional. No sabemos qué personal se deshizo del cuerpo, no se probó que existió un corte de luz esa noche, no sabemos quiénes sacaron el cuerpo, en qué móvil, hasta dónde fueron”.
Otro de los elementos que se deslizaron según la defensora fue el resultado negativo de plancton mineral en pulmones por lo que se interpretó que Franco cayó ya muerto al río. “Este extremo fue controvertido por la propia médica Virginia Creimer que afirmó que no había golpes en Casco sino que cayó vivo al agua y murió ahogado”.
Entre otras cosas, la letrada puso la mira en la familia de Franco Casco y sus declaraciones, apuntando a “groseras contradicciones en familiares de Franco” respecto a la fecha en la que supuestamente el joven iba a retornar a Florencio Varela, de donde era oriundo.
¿Cómo fueron los hechos que desencadenaron la investigación por la desaparición y muerte de franco casco?
La desaparición de Franco Casco ocurrió el 6 de octubre de 2014, luego de que el joven emprendiera camino a la estación de trenes Rosario Norte para regresar a Florencio Varela. Según consta en la causa, fue “cazado” por agentes de la Comisaría 7ma y su cuerpo apareció 24 días después flotando en el río Paraná.
Durante la investigación, un grupo de detenidos sostuvo haber escuchado cómo lo golpeaban y lo sometían a torturas, a la vez que denunciaron “sistematicidad en las torturas y malos tratos por parte de miembros de la Comisaría”, que en ese momento estaba bajo el mando de Diego Álvarez.
Una de las querellas que representa a la familia del joven afirmó que detrás de aquel episodio ocurrido en octubre de 2014 hubo “una estructura corporativa, con roles y acciones definidas de parte de quienes actuaron en aquellos días”. En esa línea se apuntó a Daniel Crespo, “vecino de confianza de los policías de la comisaría”, a quien acusaron de participar “en la fabricación de una coartada falsa, un montaje para intentar argumentar que Franco fue detenido el día 7 y liberado”.
Además, señalaron que policías de Asuntos Internos “tuvieron un rol clave en el intento de encubrir los hechos” y cuestionaron a funcionarios del Instituto Médico Forense que “entorpecieron y obstaculizaron la investigación, cuando no realizaron maniobras tendientes directamente a encubrir las responsabilidades por el hecho investigado”.