Los asesinatos de los taxistas Héctor Figueroa y Diego Celentano en Rosario, con horas de diferencia y una gran similitud en la mecánica de los hechos, dispararon una investigación que tiene pocas certezas y varios elementos que podrían pertenecer a un oscuro código delincuencial.
En el marco de ambas causas, durante la noche del jueves se llevaron a cabo una serie de allanamientos por los crímenes, en horas en las que la violencia volvía a hacer mella con una balacera a una Comisaría tras el ataque a un colectivero de la línea K.
Los elementos secuestrados, entre los que hay armas, una moto, celulares y municiones, ofrecen a priori elementos que podrían servir para echar luz sobre los autores de los homicidios; pero los investigadores tienen por delante una tarea aún más compleja: desenredar la trama detrás de los asesinatos.
¿los taxistas fueron realmente elegidos “al voleo”?
Si se parte de la base de que ninguno de los choferes había sido abiertamente amenazado, se podría pensar que fueron elegidos “al voleo”. Una hipótesis que, si bien tiene un fundamento, pasaría por alto un dato más: ambos pertenecían a la misma empresa de radiotaxis.
Firma que fue nombrada en 2019 durante la causa por el triple crimen que terminó con la vida de “Ema Pimpi” Sandoval, único acusado por la balacera perpetrada a la casa del ex gobernador Antonio Bonfatti en 2013. Es que el asesinato se cometió en una casa que el hijo del propietario de los radiotaxis alquilaba en ese momento.
¿Los crímenes fueron “un vuelto”?
Una hipótesis que se maneja por estas horas es que se haya tratado de una venganza. Esto parece corroborarlo la presencia de caramelos en las escenas del crimen, que simbolizarían un “vuelto” y podría provenir tanto de atentados previos como de manifiesto descontento con las nuevas políticas penitenciarias del gobierno de Maximiliano Pullaro.
Sin mensajes escritos ni amenazas previas, los investigadores se aferran a los elementos que parecen no concordar con la escena: la presencia de una zapatilla “olvidada” en ambos homicidios se puede leer como la existencia de “zonas liberadas”, con la consecuente impunidad criminal.
En este sentido, vale mencionar un dato no menor: las balas con las que mataron a los taxistas pertenecían a la Policía de Santa Fe y no se comercializan. Además, los primeros peritajes determinaron que tanto Figueroa como Celentano murieron en ataques ejecutados con la misma pistola.
¿el ataque al colectivero de la línea k está relacionado?
Por el momento, los elementos suman muchas hipótesis y pocas certezas. El ataque al colectivero de la línea K, si bien no tuvo la misma dinámica que los otros homicidios, recuerda al crimen del colectivero César Roldán, asesinado por dos jóvenes sicarios en diciembre del año pasado.
Desde la provincia alertaron que no darán marcha atrás con la dinámica que se viene aplicando en las cárceles santafesinas y el ministro Pablo Cococcioni se animó a decir que “cada vez la van a pasar peor”, adjuntando fotos de requisas al penal de Piñero con presos alienados al estilo de las prisiones salvadoreñas de Nayib Bukele.
Para algunos, una provocación sin sentido, en un contexto de violencia extrema dentro de un territorio que no se termina de librar del narcotráfico y muestra otra vez su peor cara.
Santa Fe aguarda definiciones en el marco de la cumbre de gobernadores y Nación que se llevará a cabo este viernes. Por lo pronto, ya se anunció un refuerzo de la presencia de fuerzas federales y aguardan la llegada de autoridades nacionales, entre las que podría estar el presidente Javier Milei.