Los mensajes extorsionando a diferentes comerciantes de Rosario y amenazándolos con balear sus locales se repitieron de manera constante esta semana. Producto de esto, la policía realizó una “entrega controlada” y lograron capturar a dos personas y detectar conexiones con la cárcel. Ahora trascendió el modus operandi de los delincuentes.
Las amenazas estuvieron dirigidas a los comerciantes de la zona de Bulevar Oroño, desde Seguí hasta Uriburu, detalla La Capital. En el mensaje se les pedía el pago de una importante suma de dinero para no atacar a balazos los locales; para intimidar aún más a los trabajadores, se los amenazaba con disparar a algún cliente o empleado.
Luego de que un policía se hiciera pasar por una de las víctimas y coordinara la entrega del dinero, atraparon a un sujeto, pero este terminó siendo liberado, ya que estaba siendo amenazado para que realice los cobros en nombre de la banda delictiva. Pero la investigación derivó en varios allanamientos y dejó como saldo una mujer detenida. Además, la pareja de la mujer también quedó imputado, se trata de un delincuente que está detenido en la cárcel de Coronda, el encargado de realizar las amenazas telefónicas.
Qué decían los mensajes intimidatorios para los comerciantes de Rosario
“Hola te hablamos por lo siguiente. Estamos agarrando todo el barrio que está atrás de la fábrica y todos los comercios de Oroño y Seguí hasta Uriburu. Tienen que pagar $ 250 mil y no te molestamos todo el año, o $ 50 mil por semana”, detallaban los delincuentes, la zona “tomada” y el monto que debían pagar para “no agarrarte a tiros todas las semanas, para no mandar a los pibes y agarrarte a alguien de ahí de tus trabajadores y darle un tiro, que no te lo prendamos fuego y muchas cosas más. Es una sola cuota, o si no pagás tenés problemas con la mafia. Atte. La Mafia. Plata o Plomo”.
Estas amenazas reiteradas por WhatsApp las hacían en nombre de “la monada” o “los Cantero”. Todo esto desencadenó una serie de intervenciones policiales, comandadas por el fiscal Pablo Socca, quién ordenó analizar las cámaras de seguridad de la zona y detectaron que una mujer en bicicleta dejó una nota en uno de los locales: “¿Qué hacemos, pagan o no? O tiramos tiro”, decía.
Acto seguido se procedió a comenzar a coordinar la entrega controlada, y en el medio, los delincuentes dieron un CBU para que puedan pagar la extorsión. De esta manera se llegó a Clara María Belén P., pareja del recluso de Coronda, condenado a 8 años y 4 meses por robo calificado por uso de arma de fuego y reincidencia.
Este viernes, la pareja de delincuentes quedaron formalmente imputados por el delito de extorsión en grado de tentativa y en grado consumado; y al recluso se le suma el delito de amenazas coactivas. El juez Nicolás Foppiani confirmó la prisión preventiva para ambos.