El rastro de un auto robado llevó a la policía hasta una fastuosa casa de Fisherton, donde los agentes encontraron -además del vehículo- uniformes policiales, armas de fuego, celulares, una máscara de Jason y otro vehículo. Hubo tres detenidos, entre ellos uno que tenía tobillera electrónica en una causa por narcotráfico.
El operativo se realizó este miércoles pasado el mediodía en Brassey y Sánchez de Loria. Hasta allí llegaron los agentes a partir de la geolocalización del Chevrolet Cruze que había sido robado el martes en las cercanías al shopping Alto Rosario. Al ver a los agentes, uno sujeto comenzó a correr y se refugió en la vivienda, a la que ingresaron los policías.
Una vez allí, se encontraron con ropa oficial de la policía, insignias del Comando Radioeléctrico, celulares, handys, el Cruze, al que le habían puesto la patente de un Ford Fiesta también robado, y una camioneta también sustraída ilegalmente.
Entre los arrestados hay uno que “cumplía” prisión domiciliaria por un delito federal, pero al parecer con tobillera y todo, seguía delinquiendo. La causa está en manos del Ministerio Público de Acusación (MPA).
Todo comenzó tras la entradera sufrida por un jubilado el martes por la noche en Vélez Sarsfield al 300. Tras encerrarlos a él y a su mujer en el baño, le robaron el vehículo, televisores, celulares y $60 mil que tenía para pagar la farmacia. Tras realizar la denuncia, e iniciar el rastreo satelital, pudo dar con el vehículo a través de la policía.