La novedad del aumento en los costos mayoristas del flujo eléctrico que compra la Empresa Provincial de la Energía (EPE) a Cammesa, anunciado hace pocos días por el ministro Juan José Aranguren, se tradujo este viernes en el impacto que dicha actualización de precios tendrá en la facturación para los clientes.
La resolución nacional que comienza a aplicarse en los consumos registrados desde este mes de febrero.
"El incremento del insumo básico de la EPE, trae como consecuencia un aumento que representa alrededor de 35 pesos mensuales promedio en la tarifa final para nuestros usuarios residenciales más representativos, que son quienes consumen bimestralmente entre 300 y 500 kilowatts-hora", expresó a la prensa Marcelo Cassin, gerente de la compañía.
Asimismo, del millón de usuarios residenciales de la EPE, 348.500 acceden a tarifas subsidiadas, de los cuales 80.000 son beneficiarios de la tarifa social provincial, 72.000 tarifa provincial a jubilados, 55.000 tarifa social nacional jubilados y 141.000 con tarifa social nacional.
Es decir, uno de cada tres usuarios cuenta con importantes beneficios a través de alguno de estos tipos de tarifas, siendo el impacto en su factura final de alrededor de 10 pesos mensuales.
Para los usuarios comerciales e industriales con consumos bimestrales hasta 4.000 kilowatts-hora, el impacto en la factura final será de 190 pesos mensuales promedio. En algunos casos con el mayor índice de consumo, se supone que habrá un actualización de hasta 400 pesos.
A estos aumentos hay que sumarle el 15 por ciento que la Secretaría de Energía autorizó para la EPE en enero y un 19,1 por ciento adicional en marzo.