El ministro de Seguridad de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, cuestionó el plan de reforma que anunció el lunes el Gobierno nacional respecto a las Fuerzas Armadas (FFAA). Indicó que se trataba de "un error" e sostuvo que es necesario "pensar un plan de seguridad para la República Argentina".
Durante el acto de graduación de cadetes del Instituto de Seguridad Pública de la Provincia de Santa Fe (Ispe), el funcionario provincial criticó el anuncio de reconversión de las fuerzas de seguridad que realizó el presidente de la Nación, Mauricio Macri.
"Hubo dos leyes, una en el gobierno de Raúl Alfonsín otra en el de Néstor Kirchner, que definieron y determinaron el rol de las intervenciones y del rol de las Fuerzas Armadas y creo que es un error modificar ese rol", planteó.
En el borrador del decreto que firmará Macri, se sostiene que "las Fuerzas Armadas serán empleadas en forma disuasiva o efectiva ante agresiones de origen externo contra la soberanía, la integridad territorial ". Así, se deroga el decreto 727/2006, impulsado por la entonces ministra de Seguridad, Nilda Garré, que establecía que los militares únicamente podían actuar ante un ataque de un Estado externo.
Las modificaciones anunciadas contemplan la colaboración en cuestiones de seguridad interior "brindando apoyo logístico" y la custodia y protección "de objetivos estratégicos".
"Por la formación y doctrina que tienen las FFAA no están preparadas para combatir la inseguridad, porque están formadas para enfrentar conflictos internacionales", consideró Pullaro.
"Si viéramos ejemplos en Brasil o México, estaríamos viendo cómo se cometieron errores en esos lugares y cómo la violencia aumentó considerablemente. Lo que tenemos que hacer es pensar un plan de seguridad para la República Argentina", advirtió.
En Rosario, organizaciones de derechos humanos convocaron para el jueves a una manifestación para rechazar el empleo de militares en conflictos vinculados a la seguridad interior.
Mediante un comunicado, el espacio Juicio y Castigo advirtió que la medida es “otro paso en el proceso de profundización de la represión de la protesta social, que crece al mismo tiempo que se agudiza el ajuste acordado con el Fondo Monetario Internacional".