Si pretendían salir a navegar por el Paraná este fin de semana, gran parte de los propietarios de embarcaciones del boating de Granadero Baigorria, tendrán que esperar.
Es que por la pronunciada bajante del río, casi la totalidad de las amarras del complejo quedaron sin una gota de agua, y los veleros, enterrados en el barro.
El curioso panorama se produce en pequeña magnitud cuando se registra un descenso en el nivel del cauce, aunque esta vez la altura es 2,4 metros en al zona de Rosario según la Prefectura Naval, una cifra que hace tiempo no se registraba.
"Vamos a trabajar dragando el terreno para que el agua vuelva a ingresar y así los propietarios puedan sacar los veleros", prometió el encargado del boating, en contacto con Canal 3, sorprendido por la bajantes que si bien se pronosticaba, nadie sabía que sería tan severa.
El trabajo para liberar las embarcaciones se prolongará por varios días, al menos que el nivel del río comience a subir.