Sáhira Belén Sayago tenía 19 años y había dado a luz a un bebé tres meses antes. Esta semana su vida terminó en manos de un policía santafesino con quien convivía hasta hace poco, el cual fue detenido y ahora pasará a cumplir prisión preventiva por el brutal femicidio en Ceres.
El caso que sacudió a la región ubicada al norte de Rafaela trascendió el último jueves, cuando Franco Fernández fue arrestado después del ataque cometido en la casa que había compartido con la madre de su hijo en el cruce de Gobernador Aldao y San Luis.
Según el relato de la fiscal de turno Sonia Bustos durante la audiencia de medidas cautelares que se llevó a cabo este domingo, el uniformado recibió a su ex pareja y a su hermano menor de edad alrededor de las 17.30, pero sólo permitió que ingresara ella al domicilio y luego "cerró la puerta con llave".
"Condujo a la víctima al dormitorio, donde comenzaron a discutir y, con pleno conocimiento y voluntad de darle muerte, la golpeó con un elemento contundente en la parte posterior de la cabeza, ocasionándole una contusión severa", explicó la funcionaria del Ministerio Público de la Acusación (MPA).
De acuerdo a las pruebas analizadas previamente por las fiscales Hemilce Fissore y Flavia Burella, Fernández "le efectuó tres disparos con el arma reglamentaria (...), dos de los cuales impactaron en la víctima". La muchacha sufrió entonces un "shock hipovolémico por severa hemorragia aguda y contusión craneal parietal", de modo que su muerte fue casi inmediata.
En cuanto a los antecedentes de la relación, los investigadores explicaron que Sáhira ya no vivía con el joven de 25 años acusado de matarla. Ese día había ido a buscar a su hijo recién nacido como solía hacerlo últimamente, pero él "la tomó del brazo y la hizo ingresar sola a la casa" después de que se bajara de la moto en la que había llegado.
Fernández fue imputado como autor del delito de homicidio doloso calificado por el vínculo y por el uso de arma de fuego, además de mediar violencia de género en la relación con la víctima. Tras el debate, la jueza Cristina Fortunato ordenó mantener tras las rejas al efectivo que cumplía funciones en Rafaela.