Despegado de la polémica por la renuncia de su ex ministro Luis Contigiani y la disolución del bloque socialista en la Cámara baja, el gobernador Miguel Lifschitz anticipó "un día histórico" en el inicio de la sesión sobre la despenalización del aborto en Argentina.
"Nunca un debate legislativo adquirió tal nivel de repercusión pública", aseguró el dirigente del partido de la rosa, fuerza que se quedó sin representantes santafesinos en el debate ante la postura negativa del único legislador que les quedaba en el recinto.
A tono con la política que llevó adelante cuando fue intendente de Rosario, el mandatario apoyó desde un primer momento la presentación del proyecto en el Congreso de la Nación. En cuanto a su avance hasta quedar al borde de la media sanción, consideró que constituye "un triunfo de las mujeres y de los jóvenes".
Al igual que el resto de los referentes socialistas, el ex senador provincial pidió "que sea ley" el régimen de interrupción del embarazo y reclamó: Ojalá se vote con el corazón y no con el dogma. Por la igualdad". Más allá del desenlace, se mostró convencido al mismo tiempo de que "la política argentina y la sociedad ya no serán iguales" debido a la magnitud de la discusión política que generó la posible reforma.
