La Fiscalía de Rosario sufrió este martes un duro y sorpresivo revés en su investigación sobre el crimen de la hermana de Ariel "Tubi" Segovia, uno de los sicarios más reconocidos entre los miembros de "Los Monos". La pareja de la víctima fue citada en Tribunales para ratificar su testimonio contra Alan Funes y su novia Jorgelina Selerpe, pero esta vez aseguró que se había olvidado de todo lo ocurrido.
La audiencia había sido pedida como anticipo de prueba ante la sospecha de que la vida de Nahuel G. estaba en peligro y había chances de que no llegar a declarar en el juicio. Si bien a los funcionarios judiciales no les constaba la existencia de amenazas previas, el joven de 25 años se rehusó a confirmar los datos que había aportado en el verano tras la emboscada en la que mataron a Marcela Alejandra Díaz.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) pudo aportar otros elementos de peso a la causa como el proyectil que extrajeron del cuerpo de la mujer de 36 años y que coincide con el arma que le secuestraron a Funes y a la "Chipi". No obstante, el muchacho baleado ese mismo día en Lejarza al 5600 tardó menos de quince minutos en echar por tierra su versión inicial con una sola respuesta ante la insistencia del fiscal Ademar Bianchini: "No me acuerdo".
Ante la mirada de su familia y los propios jóvenes acusados en el Centro de Justicia Penal, el novio de Díaz reconoció su firma en el acta sobre la entrevista que le habían hecho los investigadores una semana después del homicidio, pero no pudo aportar nada más de interés para la causa ante el juez.
Los sospechosos llevan cinco meses cumpliendo prisión preventiva en relación a este y otros delitos graves que le imputó la Fiscalía. Ante este paso en falso de cara al juicio oral, Bianchini solicitó que se inicie una acción por falso testimonio contra Nahuel G. a fines de resolver el conflicto.
