Una mujer de 49 años salvó su vida hace dos semanas en Rosario luego de superar un trasplante de hígado en el que los médicos no recurrieron a la transfusión de sangre debido a que la paciente es testigo de Jehová. De esta manera, completaron un procedimiento inusual sin antecedentes en el interior en el país.
La cirugía que completaron los médicos del Hospital Privado de Rosario fue posible gracias a la aplicación de un sistema que permite volver a poner en circulación los glóbulos rojos del propio cuerpo, sin necesidad de recurrir a la donación de otra persona y respetando así la voluntad de la trasplantada según sus creencias religiosas.
El complejo procedimiento quirúrgico fue la última etapa de un largo proceso que se inició cuando la mujer fue diagnosticada en Salta capital tras ser derivada desde Acambuco, una localidad del norte de esa provincia muy cercana a la frontera con Bolivia. El caso de hepatitis autoinmune requirió trasladarla en un avión sanitario luego de la primera consulta y hubo siete equipos y 60 médicos del efector que trabajaron coordinadas por la unidad encargada de resolver la situación.
"Fue un trabajo de relojería porque hubo muchos profesionales involucrados", explicó a La Capital el doctor Andrés Ruf, el médico que encabezó la intervención que sólo cuenta con dos casos similares exitosos a nivel nacional. El primero de ellos se realizó en 2001 en el Hospital Italiano de Buenos Aires, donde una paciente mendocina que tenía cirrosis y también era testigo de Jehová superó un trasplante con éxito.