El mix de tarifazos, apertura de importaciones y caída en las ventas acecha a cada vez más sectores de la industria local, y amenaza con derivar con un segundo semestre muy complicado en materia laboral.
Si bien la devaluación brindó una relativa mayor competitividad a la producción local, en el mejor de los casos los beneficios serán transitorios, ya que se teme que la inflación los termine comiendo con rapidez. Además hay sectores altamente dependiente de insumos importados a los que complicó más de lo que ayudó.
El peor pronóstico lo tienen quienes venden exclusivamente al mercado doméstico, donde precisamente la turbulencia cambiaria retrajo todavía más las compras ante un escenario de incertidumbre.
A continuación, un repaso por los sectores y empresas industriales más complicadas en Santa Fe:
Autopartistas
La fuerte suba del dólar encareció los cero km y puso fin a la mayoría de las promociones de las concesionarias. Para no perder uno de los pocos símbolos positivos de la economía (hubo récord de patentamientos el año pasado), el Gobierno analiza abrir más las importaciones de vehículos y piezas.
Rosario es un polo autopartista muy fuerte que, al ser electrointensivo, ya venía golpeado con los tarifazos, y que ahora teme una nueva invasión extranjera. El caso del único fabricante de llantas Mefro Wheels, que todavía aguarda una ayuda nacional, no resulta alentador.
Maquinaria agrícola
La prolongada sequía terminó de un saque con el buen momento que vivía un sector altamente tecnificado y de primer orden mundial. Si bien algunas compañías aprovecharon la coyuntura para focalizarse más en el mercado exterior, a otras les cuesta más por diversos inconvenientes.
La más complicada es Vassalli, que se encuentra paralizada desde comienzos de año y cuya planta fue ocupada por los trabajadores a los que se les deben cinco meses de sueldo. El origen de la crisis se remonta a la caída de un contrato con Venezuela, que nunca pagó por una serie de cosechadoras ya fabricadas.
Pero a eso se sumaron una serie de malas decisiones directivas que llevaron a la nieta del fundador a pedir la revocatoria de la cesión de acciones a empresarios. Las negociaciones en el Ministerio de Trabajo provincial entraron a cuarto intermedio hasta el miércoles a las 14, cuando habrá una nueva reunión.
Alimenticias
Durante todo el año pasado el principal foco de conflicto estuvo centrado en SanCor. La gigante cooperativa láctea fue adquirida por Adecoagro, aunque todavía queda por delante un proceso de reestructuración que por el momento la tiene con una baja producción.
Quien hoy está en el ojo de la tormenta es en la fábrica de café y té La Virginia. El gremio denuncia que en los últimos tres años se produjo un centenar de despidos "por goteo", y advierten que la situación podría empeorar en los próximos meses.
Panaderías
El precio de la harina se fue por las nubes y puso a las panaderías ante la necesidad de trasladarlo al precio, afectando la ya alicaída demanda. Panadería Alcorta, que ya venía con problemas desde 2016 cuando cambió de propietario, cerró y dejó a diez empleados en la calle. Desde Anabel también reconocieron "costos operativos altísimos".
Petroleras
La Justicia dictaminó a quiebra de Oil Combustibles pero dispuso su continuidad operativa. En ese marco, cuatro inversores presentaron propuestas para reactivarla, pero sólo uno incluyó a Refinería San Lorenzo. Hay 450 puestos de trabajo en riesgo.
Computación
La quita del arancel a computadoras importadas jaqueó el negocio de la fabricación nacional, y llevó a Airoldi a cesantear a 16 empleados. Tras reuniones en el Ministerio de Trabajo, se logró su temporal reincorporación, pero el conflicto sigue vigente.
Cerealeras
No es precisamente un rubro que esté en crisis, sino todo lo contrario. No obstante los planes de reestructuración de Cargill dejaron en la calle a 34 operarios. La medida derivó en un paro nacional, que sin embargo se abortó por la conciliación obligatoria.
Línea blanca
En 2016 y 2017 hubo suspensiones por doquier, pero ya para mediados del año pasado la crisis pareció superada y no hubo ningún despido concreto. Ahora importantes empresarios rosarinos advirtieron al sindicato que se cayeron muchos pedidos y que la situación no remonta en breve, podrían reaparecer las cesantías.