Todo edificio a construirse de viviendas colectivas o de oficinas, de planta baja con más de tres plantas, deberá contar con un local para depósito de residuos, según una ordenanza sancionada por el Concejo Municipal.
El mismo tendrá las dimensiones necesarias para que en su interior entre un contenedor móvil de residuos, y a su vez deberá contar con salida directa o bien estar ubicado al nivel de la vereda.
Deberá estar construido con materiales resistentes al fuego, de superficies lisas, impermeables y de fácil limpieza, contará con un sistema de ventilación y protegido de insectos y roedores.
De acuerdo al texto, cada nuevo inmueble deberá contar al menos con un contenedor para residuos compostables y otro para residuos recuperables, "con el objetivo de cumplir con la separación de origen de residuos reciclables", según se indica.
La idea es acercarse a los objetivos planteados por la ordenanza Basura Cero, que se proponía prohibir para 2020 la disposición final de relleno sanitario de materiales tanto reciclables como aprovechables, incluyendo primeros residuos orgánicos.
También está vigente el programa Separe, una iniciativa que impulsa la separación en origen de los residuos con el objetivo de lograr un consumo y disposición responsable y sustentable de los desechos generados.
