Lo llevaron de testigo a un allanamiento y se robó la billetera de la dueña de casa

El ladrón había aportado una identidad falsa porque venía de asaltar a una chica en la calle.

El procedimiento en Marco Polo al 400 tuvo un desenlace insólito. (Google Street View)
El procedimiento en Marco Polo al 400 tuvo un desenlace insólito. (Google Street View)

Un joven oriundo de barrio Tablada quedó en libertad luego de ser imputado por hurto el último viernes en los Tribunales provinciales. Lo particular del caso, sin embargo, no fue la acusación sino la circunstancia en la que se produjo el robo, ya que el muchacho había sido convocado como testigo por la policía a un allanamiento y luego fue identificado como el ladrón responsable de otro hecho ocurrido poco antes en la zona sur de Rosario.

El procedimiento por el que acabaría arrestado Cristian Gauna se llevó a cabo el último jueves en Marco Polo al 400, uno de los tres domicilios apuntados por el fiscal Gustavo Ponce Asahad para dar con los presuntos autores de amenazas a funcionarios y dirigentes que impulsan causas por delitos de lesa humanidad.

Según el relato de fuentes de las fuerzas provinciales recogido por Radio 2, el muchacho se mostró nervioso cuando los agentes lo llevaron hasta el domicilio en cuestión, pero no se resistió. "Yo a este lo conozco", le apuntó uno de los efectivos al encargado del operativo. Sin embargo, el nombre que había declarado no coincidía: el testigo modificó su segundo nombre -Mariano- y dijo que se llamaba "Cristian Galeano Gauna".

La situación se complicó cuando la dueña de la casa denunció que le faltaba el celular. La policía pidió entonces que todos los presentes mostraran sus teléfonos y el sospechoso exhibió entonces dos aparatos; ninguno pertenecía a la mujer. Cuando lo llevaron a la Comisaría 11°, los uniformados comprobaron que había mentido y que se trataba del "Gordo Tofi", un maleante reconocido tanto en Tablada como en el barrio Municipal.

Mientras se encontraban en la seccional, el joven de 23 años fue requisado y entonces advirtieron que se había llevado la billetera de la mujer que atendió a la policía en el allanamiento y la había escondido en el calzoncillo. Después decidieron examinar en detalle los dispositivos que tenía. Cuando buscaron los datos de los chips, descubrieron que uno estaba registrado a nombre de una chica, a la cual pudieron contactar telefónicamente. La titular advirtió que el celular había sido robado poco antes y dio una descripción del asaltante compatible con la de Gauna, por lo que éste quedó bajo arresto y se presentó ante la Justicia la día siguiente.

El fiscal César Cabrera Molino imputó al presunto delincuente por hurto simple y encubrimiento, tras lo cual la jueza Paula Álvarez decidió que permanezca en libertad mientras se tramita la causa penal en su contra.