La Justicia rechazó que "Kiki" volviera con la familia solidaria que desea adoptarlo

El niño tras vivir un año y siete meses con ellos fue retirado de su hogar y llevado con su hermano de ocho meses para que formara un vínculo fraternal.

La Justicia rechazó que "Kiki" volviera con la familia solidaria que desea adoptarlo
La familia solidaria Juntó más de 120 mil firmas para que \

La jueza Susana María Romero del Tribunal Colegiado de Familia N° 3 avaló el proceder de la Dirección de Niñez, Adolescencia y Familia que a mediados de enero retiró a "Kiki" del hogar de la familia solidaria para que viva junto a su hermano en otra casa.

La magistrada mediante su fallo no hizo lugar a la medida cautelar de no innovar presentada por el Defensor General en el caso y ratificó el proceder del organismo dependiente del Ministerio de Desarrollo Social.

El niño de tres años estuvo al cuidado de Sergio Gigliotti y Cristina Morla por un año y siete meses. El mes pasado, al vencerse los plazos establecidos fue entregado a otra familia para recrear el vínculo fraternal con su hermano de ocho meses. A partir de ese momento el matrimonio denunció que esta situación había afectado al menor.

Al respecto Romero reconoció que la Subsecretaría de Niñez dispone de los recursos humanos y materiales para el abordaje de una situación de vulneración de derechos y la conveniencia de adoptar medidas de protección integrales o excepcionales y su forma de implementarse.

Según la magistrada, el seguimiento realizado por la directora del Jardín Maternal Potrillitos y por la Psicóloga del Hospital Iturraspe, así como el monitoreo efectuado por la Subsecretaría, "permiten evidenciar que el niño se encuentra atravesando un proceso de cambios que lógicamente despierta emociones contradictorias. Son situaciones que necesariamente tendrán un efecto en su estado de ánimo, sería anormal que esto no sucediera".

“Las máximas de la experiencia y el sentir común me llevan a interpretar que es parte del proceso de desarrollo de todo niño ante una situación de estrés, y en especial la llegada de un hermano para cualquier niño implica cambios de conducta, regresiones y volver a etapas que antes parecían superadas, indicadores que irán desapareciendo con el tiempo mediante la participación en la rutina de su hermanito y el respeto también de sus momentos de exclusividad, lo que se está cumpliendo en la práctica”, añadió.

En concreto, para la jueza "el niño no vivencia un daño actual. Se encuentra en buen estado de salud físico y psíquico, con emociones que lógicamente están unidas a las modificaciones que transita, continuando siendo evaluado a diario".

Por su parte, la familia solidaria planteó que continuará peleando por la restitución del menor a su hogar, para lo cual presentaron en la Casa Gris 124 mil firmas de ciudadanos avalando su pedido de adopción.

"Queremos que Lifschitz vea que hay un chico de tres años que está sufriendo, que se interiorice en la situación y pueda resolverla. Sabemos que él tiene la llave para que 'Kiki' vuelva con su familia", sostuvo Gigliotti.