"Le robaron la mochila con una agenda de trabajo y un tupper. El resto lo tenía todo encima", contó entre lágrimas su esposa tras una semana extenuante que terminó de la peor manera. Federico Guaglianoni murió este lunes por la mañana, una semana después del balazo que recibió en el abdomen cuando lo asaltaron en la zona sur.
Fuentes judiciales confirmaron que el caso inicialmente fue investigado por el fiscal de Flagrancia, Rodrigo Urruticochea, quien tomó las primeras medidas para esclarecer el episodio ocurrido sobre el Acceso Sur entre Isola y Uriburu. Su mujer, Paola, aseguró que el crimen "fue por nada".
En un reportaje con Canal 3, los familiares de Federico relataron que estuvo consciente en los momentos iniciales hasta que lo llevaron al Sanatorio Parque, pero su cuadro "siempre fue grave" y la situación "se complicó en el posoperatorio". Además de su trabajo, el muchacho de 35 años colaboraba como catequista en la Parroquia Nuestra Señora de la Merced.
Desde el Ministerio Público de la Acusación (MPA) indicaron que la pesquisa pasó a la Unidad de Homicidios Dolosos. El testimonio remitido al fiscal Miguel Moreno reflejaba que la víctima se resistió cuando fue abordado por sus asaltantes. Sin embargo, no había agresores identificados hasta el momento del deceso.