Frente a la superposición de hechos de violencia ligados a la comercialización y consumo de estupefacientes, por momentos cuesta darle dimensión humana al flagelo que impacta de lleno en numerosos barrios de la ciudad.
Buscando concientizar sobre cómo observan el fenómeno los jóvenes es que en el Concejo Municipal se organizó un programa de prevención de adicciones que pone a los chicos en el centro de la escena.
Intentando que sean los menores quienes puedan relatar sus vivencias es que se los alentó a grabar un audiovisual en el que ellos mismos expusieron, con crudeza, cómo es vivir inmersos en entornos donde habitualmente son tentados para convertirse en soldaditos dedicados al narcomenudeo.
La iniciativa de los encuentros fue propuesta por la concejala Carola Nin, que en diálogo con Vïa Rosario admitió "la dureza del material", pero indicó que "sirve para visibilizar una problemática que no está siendo atacada como corresponde".
Este miércoles se presentó uno de los videos que recoge testimonios de los chicos.
"Hoy en mi barrio hay chicos de 17 años que venden droga y tarde o temprano van a morir. Casi todos mueren a muy temprana edad", manifestó uno de los alumnos de la Escuela Aristóbulo del Valle, ubicada en Zinny al 5300, casi avenida Nuestra Señora del Rosario, en la zona sur.
Sin titubeos, los relatos de los alumnos de 6° año presentan escenas casi cotidianas de violencia. "Se agarran a tiros en la esquina y siempre hay un muerto", mencionó una niña.
"Falta una política cultura que posibilite orientar el vínculo de los chicos con prácticas no consumistas. No solo hablamos de la droga, hablamos de evitar que sigan el modelo de consumo de bienes, que los predispone a ser tentados por el narcotráfico y la violencia en los barrios donde están inmersos", indicó Nin, la autora de los foros.
