Lo que ocurrió antes del debut de Rosario Central en la Copa de la Liga Profesional de Fútbol se repitió sin demasiadas variantes este domingo en la previa del primer partido de Newell's Old Boys como local. Así, gran cantidad de hinchas rojinegros fueron hasta la zona de la cancha antes del cruce con Boca Juniors por la segunda fecha del torneo a pesar de las restricciones sanitarias.
Poco importaron los decretos presidenciales y las recomendaciones de las autoridades para prevenir el contagio de coronavirus. El Parque de la Independencia empezó a poblarse durante la tarde y pasadas las 17, la reunión de simpatizantes en el Palomar era más parecida a la habitual postal anterior a la pandemia que a la nueva normalidad.
En paralelo con lo que ocurría cerca del Estadio Marcelo Bielsa, el Centro de Entrenamiento Jorge Bernardo Griffa fue sede de un encuentro parecido. En ese caso, la convocatoria en redes sociales apuntaba a esperar la salida del plantel desde el hotel del predio de Bella Vista hacia el Coloso y seguir el trayecto en vehículos particulares.
La caravana empezó a formarse sobre Avenida Presidente Perón en medio de los bocinazos y en la cancha también cambió el panorama. Los hinchas comenzaron a prender pirotecnia mientras aumentaba el número de personas en torno a las instalaciones del club, donde se montó un operativo policial para garantizar que el encuentro se desarrolle dentro del protocolo aprobado por AFA.