Aunque el Transporte Urbano de Pasajeros (TUP) se reactivó luego de 18 días de paro en Rosario, una de las empresas prestadoras envió un ultimátum y pidió ayuda extraordinaria por la pandemia. En esa línea evalúan interrumpir el servicio y considerar extinguido el contrato con la Municipalidad.
La advertencia se plasmó en un documento que El Cacique presentó ante el Concejo e implica una luz de alerta en cuanto a una decena de líneas en la ciudad. En el mismo señalan que sólo pueden garantizar el servicio hasta el 31 de octubre y aducen una deuda de 134 millones de pesos entre aportes previsionales, sindicales y para obras sociales.
Hace dos meses, la firma mendocina decidió devolver 50 ómnibus nuevos porque no podía afrontar el plan de pagos y el escenario se agravó desde entonces. Ante la estrepitosa caída de la cantidad de usuarios debido a la emergencia sanitaria, consideran que existe una "imposibilidad fáctica y jurídica" de cumplir con las condiciones de la concesión que se puso en marcha el año pasado.
Según informó La Capital, la empresa pretende acceder directamente a una partida extraordinaria de subsidios para compensar el déficit. En segundo lugar, propone dejar de cobrar por pasajero transportado y, en cambio, que el reparto de la recaudación se calcule en base a kilómetros recorridos.