Se confirmó el deceso de Érica Vanesa Olguín, la joven que se encontraba internada desde el 3 de junio luego de que su pareja la prendiera fuego en la vivienda precaria que compartían en Villa Gobernador Gálvez.
Ese día, Maximiliano, de 40 años, la golpeó con un objeto contundente en la cabeza, provocándole una herida de diez centímetros, y la llevó hacia el baño del domicilio. Allí la roció con un líquido inflamable, y luego le arrojó un elemento inflamable.
Érica fue internada en gravísimo estado en el Hospital Provincial, y luego derivada al Hospital de Emergencias Clemente Álvarez (Heca), donde la atendieron por severas quemaduras en la zona del rostro, miembros inferiores y torso, que totalizaban el 70% de su cuerpo.
Desde entonces familiares y amigas se encargaban de su cuidado. Los médicos le realizaron injertos de piel y Érica logró una leve recuperación, sin embargo luego se le infectaron las heridas y un virus le atacó los órganos. Tras estar en coma, entró en shock el último sábado y este miércoles murió. Tenía 37 años y dejó cinco hijos.
Por su parte, el femicida inicialmente se había dado a la fuga. Pero luego fue detenido y cuenta con muchas pruebas en su contra, como las ampollas que se encontraron en sus manos (señal de que se quemó) y la versión de testigos que señalaron la violencia de género que ejercía sobre su pareja.
En su primera declaración había dicho que su intención era "darle un susto".