La Agencia Provincial de Seguridad Vial (APSV) decidió incrementar el control sobre la Autopista Rosario-Buenos Aires durante el aislamiento social, preventivo y obligatorio. Argumentan que es preciso evitar los movimientos no autorizados para evitar el contagio de coronavirus a partir de los viajes fuera de territorio santafesino.
En paralelo con la flexibilización de la cuarentena desde este miércoles, el director del organismo, Osvaldo Aymo, reconoció que deben "apelar a la conciencia individual" más allá de las tareas que habitualmente se concentran en el peaje de General Lagos. Sobre el esquema actual, detalló que las personas que salen a la ruta deben presentar permisos para circular y también se les toma la temperatura como parte de las medidas de prevención.
El contraste entre la curva de casos confirmados en Santa Fe y la aceleración que padecen Capital Federal y provincia de Buenos Aires por la propagación de COVID-19 preocupa a las autoridades. Así, la intervención en el corredor busca garantizar que sólo pasen quienes tienen autorización legal y recomiendan por encima de esto evitar los traslados hacia esos distritos a menos que sea imprescindible.
En diálogo con LT8, el representante de la APSV comentó que actualmente cruzan por el peaje santafesino entre 9 y 11 mil vehículos. El piso diario desde el inicio de la pandemia fue de 8.000, de modo que el nivel de tránsito ronda el 40% de los valores normales.