Agentes de la Municipalidad de Rosario y la policía desmantelaron una serie de casillas precarias sobre la barranca del río Paraná, las cuales creen que podrían funcionar como escondite para delincuentes sobre la costa central de la ciudad.
El operativo comenzó bajo la supervisión del secretario de Control y Convivencia Ciudadana, Gustavo Zignago, quien explicó sobre la zona afectada: "Estos son espacios de descanso, no queremos que se sometan a riesgo".
"Son estructuras abandonadas y muy precarias. De acuerdo a los informes de Control Urbano, tienen entre 6 y 8 meses", añadió el funcionario municipal. Más allá de que la intervención implicaba inicialmente la posibilidad de un desalojo, desde el Ejecutivo aclararon que no había gente habitando ese sector ubicado a la altura de Bulevar Oroño.
En relación a las personas que frecuentan el lugar, Zignago comentó que "son lugares transitorios a los que acceden por momentos" y que los refugios demandan entre "dos y tres días" de trabajo para montarlos.