Con un cartel anunció que vende su negocio por "hostigamiento comunal"

Hay cuatro personas que podrían quedarse sin la fuente de trabajo.

Mitre al 400 de Oliveros. (Street View)
Mitre al 400 de Oliveros. (Street View)

Un comerciante de Oliveros decidió poner en venta su local luego de las reiteradas intimaciones, multas y aprietes que sufre de parte del municipio.

Según el sitio Info Más, Nicolás comenzó con su emprendimiento el pasado mes de abril y en la actualidad cuenta con cuatro empleadas que podrían quedarse sin trabajo. Desde entonces denunció que sufre hostigamiento de parte del Juzgado de Faltas de la localidad y la Comuna de Oliveros a tal punto que en los últimos días le clausuraron el local.

Tras este último episodio, el comerciante decidió hacer una protesta pública. En la puerta del local, ubicado en Mitre al 400, puso un cartel amarillo con la leyenda: "Se vende este negocio por abuso y hostigamiento comunal".

Cartel de un comerciante de Oliveros. (Info Más)
Cartel de un comerciante de Oliveros. (Info Más)

El cartel causó sorpresa y despertó la curiosidad de quienes transitan por el lugar. "A una cuadra del negocio la policía y la Jueza de Faltas Comunal, Dra Mariana Martínez Bellinzona, demoraron a un chico con una lata de cerveza y ellos dicen que la compró en mi negocio. Sabemos y respetamos la ordenanza de la venta de alcohol, pero esa lata no salió de ahí. Persiguen a chicos que toman una cerveza, mientras corre la droga y desaparecen chicas", precisó el joven.

Por este motivo, la jueza decidió clausurar el local lo que causó indignación. "Discutimos porque el procedimiento está mal hecho y les dije que tienen algo en mi contra, nos trata de mala manera y nos hacen la cama", sentenció.

Más allá de esto, el propietario del comercio denunció que las intimaciones vienen desde que decidió abrir el comercio. "Antes de abrir ya me multaron por sacar la basura un día que no correspondía, siendo que ni siquiera lo sabíamos", aseveró.

Nicolás comentó que lo hostigaban con cartas pese a haber presentado los papeles correspondientes. "Me pedían cosas que a otros negocios no le piden. No fueron a ver el negocio para habilitarlo e incluso me multaron porque dijeron que una vez mi empleada puteó a un policía que fue a hablar por la venta de alcohol. A través de las cámaras comprobamos que nunca se lo puteó", señaló.