El despacho favorable de un pedido para construir un edificio en la zona norte rosarina encendió una intensa discusión en el Concejo Municipal con la figura de Ángel Di María de fondo, ya que la empresa a cargo del proyecto pertenece a su familia. Cambiemos apoya la iniciativa, pero otras fuerzas opositoras y parte del oficialismo la rechazan.
La propuesta para levantar un edificio de 36 metros en Rondeau al 1700 corre por cuenta de Perdriel S.A., bautizada en homenaje a la calle donde "Fideo" se crió. A través del arquitecto Marcelo Prósperi, la firma le pidió a los ediles que le permitan poner en marcha una obra aprobada en 2012 bajo el Código Urbano anterior con características que infringen la normativa actual.
La excepción solicitada tuvo luz verde en la comisión de Planeamiento pero es objetada por buena parte del cuerpo deliberativo. El macrista Agapito Blanco argumentó a favor que así es posible sostener fuentes de trabajo en medio de la crisis económica y consideró que la ordenanza vigente es inadecuada.
El socialista Horacio Ghirardi coincidió en el diagnóstico sobre el marco legal para construir en altura en ese sector y reconoció que algunas de las cuestiones planteadas por los inversores son "atendibles". Sin embargo, adelantó ante la consulta de LT8: "El bloque no va a votar a favor de este expediente. Vamos a proponer el análisis integral de la normativa".
Por su parte, Juan Monteverde advirtió desde Ciudad Futura que "la comisión de Planeamiento está desmadrada" y aprueba "barbaridades todos los días" y remató: "El Concejo es una escribanía del lobby inmobiliario".