La segunda muerte de un detenido en la cárcel de Piñero en un mes expuso una grave demora para resolver la imputación en su contra. Según trascendió este miércoles, la víctima llevaba más de dos años tras las rejas a la espera de ser juzgado por un homicidio.
Aunque los primeros testimonios e indicios sugieren que Diego Ezequiel Bernachea falleció a raíz de un accidente en su celda, el Ministerio Público de la Acusación (MPA) decidió tomar medidas especiales bajo el protocolo de Minnesota para establecer si hubo algún tipo de irregularidad en la custodia a cargo del Servicio Penitenciario de la Provincia de Santa Fe.
La investigación a cargo de la unidad de Homicidios Culposos comenzó el último martes a la tarde, cuando el muchacho fue hallado sin vida por otros internos después de recibir una descarga eléctrica. Tenía quemaduras en una de sus manos y en el lugar secuestraron un cable para realizar peritajes por orden del fiscal Fernando Sosa. Ese día el pabellón en el que estaba quedó cerrado y se solicitó la intervención de la Dirección de Asuntos Internos de la policía.
Según informó El Ciudadano, Bernachea había sido imputado en marzo de 2017 por el asesinato de Marcos Chara, un joven de 20 años atacado a balazos en diciembre del año anterior en La Paz y Servando Bayo. El fiscal Luis Schiappa Pietra lo señaló como parte del hecho en 2018 en una audiencia preliminar, pero los plazos se dilataron y recién estaba previsto que el juicio comenzara en octubre próximo con un pedido de 17 años de prisión.