Después de más de 20 días de vigencia de la medida cautelar que hizo efectiva el juez en lo Civil y Comercial Nº 16, Pedro Antonio Boasso, que impide la habilitación de nuevos comercios en Pichincha a partir del reclamo de vecinos que se quejan por los ruidos molestos en el barrio, empresarios del rubro gastronómico realizarán esta semana un planteo formal que para que un tribunal superior revise la resolución de primera instancia.
“El inversor no quiere confrontar con los vecinos, es más quiere que los vecinos hagan libre disposición de su propiedad”, se justificó Froilán Ravena, abogado patrocinante de uno de los empresarios que buscan apelar el fallo que limita las aperturas. “En realidad el planteo principal de la gente que vive en Pichincha es que hacen falta controles de la Municipalidad para que se respeten las ordenanzas que legislan la actividad de los bares y cervecerías de la zona”, sumó el asesor letrado en contacto con Radio 2.
En dicho contexto, Ravena pidió "reglas claras" ya que "el inversor hace una erogación importante sabiendo que va a poder abrir su comercio, siempre cumpliendo con las regulaciones vigentes definidas por ordenanza".
El abogado dijo que "hay varios establecimientos que esperan abrir, con habilitaciones en trámite, incluso que ya tienen personal contratado y se encuentran comprendidos en la cautelar que dictó el juez Boasso".
Apenas fue rubricada la cautelar por el foro civil y comercial de primera instancia, desde Mercado Pichincha, la entidad que nuclea a los comerciantes del barrio, salieron a tildar la medida como “una locura”. “¿Qué mensaje le das al emprendedor, al que contrató empleados y los mandó a capacitar a Buenos Aires, a las familias que dependían de esos trabajos? Hay cinco locales que estaban por abrir”, había manifestado oportunamente Reinaldo Bacigalupo, al frente de la cámara. El planteo fue avalado incluso por instituciones gremiales como la Asociación Empresaria (AER).