Cuatro meses después de un fallo contundente vinculado a violencia de género, la Justicia provincial ratificó la condena a 39 años de prisión para un rosarino acusado de tratar de matar a su hija. La resolución también avala la pena por delitos de abuso sexual contra la víctima, quien tuvo una beba fruto del sometimiento al que también fue expuesta su hermanastra mayor.
El Centro de Asistencia Judicial (CAJ) celebró este martes la decisión de la Cámara de Apelaciones en relación a los delitos aberrantes atribuidos a Mario Rubén Castillo. El organismo participó de la causa como querellante junto con el Ministerio Público de la Acusación (MPA), el cual lo imputó además por tenencia ilegal de arma de guerra en relación al ataque contra la adolescente.
"El disparo recibido le ocasionó un daño permanente en su médula espinal, por lo que no volverá a caminar", recordaron a través de un comunicado los profesionales. La muchacha que denunció a su padre hoy tiene 22 años, está en silla de ruedas y sufrió múltiples tormentos mientras era menor de edad.
El tribunal integrado por Gustavo Salvador, Gabriela Sansó y Carolina Hernández avaló en segunda instancia el resultado del juicio oral y público. Durante el debate previo a la condena, la fiscal Alejandra Raigal subrayó que Castillo se aprovechó de la situación de convivencia con ambas jóvenes, de modo que abusó de ellas en un número indeterminado de veces.
A la hora de reconstruir la historia, el MPA enfatizó la menor de las víctimas quedó al borde de la muerte el 16 de noviembre de 2013, cuando su padre la baleó el cuello con un revólver calibre 38 y quedó parapléjica. El CAJ, por su parte, recordó que la sanción es la máxima prevista por el Código Penal.
Fotografía: Sebastián Granata.