Luego de tres días de mucha humedad y un cielo cubierto que casi no dio tregua, Rosario amaneció con algunas lluvias este jueves en medio de un alerta meteorológico por tormentas fuertes o severas que comprende el resto del sur y centro santafesino.
El tiempo empeoró por la madrugada y la temperatura máxima prevista para la jornada era de 23 grados. Según el informe que debía actualizarse a las 11.30, para el resto del día se esperaba que los fenómenos se extendieran a toda el área de cobertura con mayor intensidad.
Más allá de la postal gris de las primeras horas, el Servicio Meteorológico Nacional (SMN) confirmó que las condiciones tenderían a mejorar a partir de la noche. Hasta entonces no se descartaban caída de granizo, ráfagas y chaparrones.
En cuanto al pronóstico a nivel local, la ciudad finalmente podría tener respiro este viernes con algo de sol y un leve descenso de temperatura. El anticipo de una mañana con cielo parcialmente nublado asomaba incluía una máxima probable de 19 grados.