Las pistas que la Justicia de Chaco arroja día a día ante la desaparición de Cecilia Strzyzowski cada vez afianzan más la hipótesis de un posible femicidio consumado por la familia Sena. Para aumentar las sospechas contra los piqueteros peronistas, se dieron a conocer algunas amenazas que le habrían hecho.
Durante una reunión con la prensa, Gloria Romero, madre de la víctima de 28 años, insistió en que su hija está muerta, y su esposo, César Sena, está involucrado junto a otros seis imputados más, entre ellos sus padres, Emericiano Sena y Marcela Acuña.
Según dijo la mujer, esta familia -fuertemente relacionada con el gobernador Jorge Capitanich- no la querían a Cecilia. En base a lo que informó Clarín, desde su entorno especulan con que es porque ella nunca aceptó serles una militante obediente.
“No estudié para piquetera”, era algo que supuestamente les repetía. De hecho, sólo iba a la casa de su marido cuando los padres de él no estaban, e incluso quería irse del pueblo para hacer su propio camino profesional.
Este es uno de los motivos por los que iba a emprender un viaje con los Sena (más específicamente con César): viajarían a Tierra del Fuego por una presunta oferta laboral que le había surgido a Cecilia. No obstante, nunca se registró que saliera del domicilio de sus suegros.
Cuando Strzyzowski desapareció a principios de junio, los imputados negaron que ella siquiera haya tenido una relación con su esposo, cuando las fotos que habían publicado ambos demostraban lo contrario, por lo que debieron desmentir sus dichos.
César, quien siempre tenía un chofer y un guardaespaldas de la organización social de su familia, mantuvo una relación muy tóxica con la víctima. Uno de los que trabajaba con él es Gustavo Obregón, acusado de encubrimiento y quien habrá dado el testimonio necesario para que la policía busque el cadáver o los restos de la joven en el campo de Emericiano.
La amenaza de César Sena a Cecilia Strzyzowski
Por su parte, la pareja de Strzyzowski además andaba con un arma encima: un revólver chiquito de mango colorado. Decía que era para defenderse de los enemigos de su familia, ya que supuestamente él era un “perseguido político”.
Los miembros de este clan piquetero alardeaba con el poder de los Sena, un grupo “temido” en Resistencia. Y esto no era sólo por su dinero, sino porque cuando querían hacer desaparecer a alguien, “lo tiraban a la chanchería y los chanchos lo dejaban en huesos”.
Según indicaron a Clarín, así habría matado a alguien cuando era adolescente, pero que estaba todo tapado. Ellos solían reír con estas cosas, mientras el resto de los presentes no entendían si se trataba de una broma o si el escalofrío de sus espaldas les estaba avisando algo más.
Uno de los comentarios que no pudo salir desapercibido lo emitió César cuando la pareja abrió Gato Negro, local que estaba a nombre de Cecilia. “Ahora que soy la dueña mirá si te cago y me quedo con todo”, le habría dicho ella en una charla de sobremesa en modo irónico, a lo que él se levantó, le dio dos besos y le contestó: “Te mando dos monos y terminás en la chanchería”.
La familia de Cecilia Strzyzowski está siendo amenazada
Como si la incertidumbre por el paradero de su hija y la fuerte hipótesis de un brutal femicidio no fuera suficiente, la familia de la víctima debe lidiar con aquello que describieron como un episodio de “terror” casi constante.
En estos días los chicanearon, difamaron, circularon rumores falsos y los amenazaron de muerte. “A tu abuela le va a pasar lo mismo que a la piba”, les dijeron en una llamada anónima a fin de quebrarlos mientras daban una entrevista en vivo por televisión en un canal nacional.
De la muchacha ya se habla en pasado, pues la Fiscalía sospecha de que se trata de un femicidio. El miércoles 14 se hallaron rastros de sangre de la chaqueña en la casa de Emericiano, más específicamente sobre una sierra de carnicería que había allí, alertando que podrían haberla descuartizado.