En estos días, y luego de reiniciar las etapas normativas de selección de los candidatos a ocupar y completar el Superior Tribunal de Justicia de la Provincia del Chaco, nos enfrentamos como sociedad y comunidad interesada ante la necesidad de contar con personas con un alto grado de humanismo atento a las cuotas de realidad que tuvimos en estos meses de la pandemia Covid-19.
Sin lugar dudas, el deceso e irreparable pérdida de la Dra. María Luisa Lucas significó para todos los actores judiciales un profundo pesar en reconocimiento eterno de su honorable labor y tantos años de experiencia que nutrieron al STJ en su máxima expresión.
No es tarea fácil poder llenar su espacio. Sin embargo el máximo órgano judicial requiere completarse y, para ello, la alta exigencia de la comunidad y la sociedad se esclarece en la necesidad de encontrar una manera de perfeccionar el funcionamiento y recobrar la fe en el sistema judicial actual.
Para ello, el perfil de los candidatos y candidatas a ocupar la honorable labor de desempeñarse como Ministro del STJ de la Provincia del Chaco, debe acompañar a la necesidad de la comunidad de contar y asemejarse en personas con alto nivel humano, que se extienda en toda la vertiente de valores éticos y sociales, con mirada empática y registro social, y con un amplio sentido de la perspectiva en género y los derechos humanos fundamentales.
La realidad de la pandemia del Covid 19 nos paralizó muchas actividades externas, sin embargo movilizó un sinfín de emociones humanas alcanzando la necesidad de encontrar con racionalidad las ventajas de contar con una solución ética a los viejos dilemas que eran planteados como tales hasta entonces.
La versatilidad que conlleva la modificación de axiomas y concepciones que tenía la humanidad, como la necesidad de estrechar contactos físicos -aunque fueran mínimos- para saludar, comunicarse y vincularse, son algunos de los ejemplos inmediatos que podemos mencionar y que, con mucho esfuerzo, los hemos incorporados a nuestras cotidianidades.
La importancia del registro social en la mirada introspectiva de los candidatos y candidatas a suceder a la Dra. María Luisa Lucas debe contemplar las riquezas humanas que ambiciona la comunidad de la Provincia del Chaco.
La combinación de los valores humanos en la alta formación técnica y académica, el sentido común, el conocimiento de la realidad que trasciende la frontera de los tecnicismos, la humana mirada de las decisiones y la contemplación de los derechos inherentes y fundamentales de cada ser humano, son sólo algunos de los imprescindibles dotes que deben tener las personas encargadas de impartir la justicia en estos tiempos tan difíciles para el Mundo.
Los derechos humanos y la perspectiva transversal de las cuestiones de género subrayan la importancia del conocimiento contemporáneo de una comunidad con una concepción dinámica sin precedente.
La actitud constante para escuchar, para percibir los sentidos y las nuevas modalidades de vinculación, la inclusión como efectiva herramienta de resolución de muchas cuestiones y el convencimiento de la libertad de expresión, se adhieren a las mencionadas definiciones que encontramos para asimilar un perfil íntegro.
La humanidad ha modificado su concepción por las cosas y la dinámica de sus actos, por ello debemos tomar conciencia de una nueva realidad. El desarrollo, ya no sólo como definición técnica económica, sino también de los valores humanos, perfila un nuevo sentido de la definición, encuadrándose en un profundo desarrollo ético.
Dicho desarrollo humano no pude dejar afuera la amplitud verdadera que tienen los Derechos Humanos en su Declaración Universal del 10 de diciembre de 1948, y el sentido de la perspectiva de género que trasciende cualquier frontera y no es reductible a ningún concepto.