El pasado jueves el gobernador de Chaco, Jorge Capitanich, se reunió con referentes de la comunidad wichi que participa de la Guardia Militar Washek en El Sauzalito, un pueblo de 400 habitantes. Mientras Capitanich estaba recorriendo la comunidad wichi, la guardia tenía a un menor secuestrado.
En tanto sucedía la reunión, entre Capitanich y de la que participó el intendente local Alcidez Perez (UCR) como objetivo de "calmar las aguas", Irma Palacios denunciaba "privación ilegítima de la libertad" en la comisaria del pueblo.
El pasado 30 de abril, el integrante de la comunidad wichí de apellido Palacios, denunció que a las 23 horas, mientras estaba en el portón de su casa junto a su sobrina, tres integrantes de la Guardia -Abel Vázquez, su hijo Daniel y César Santillán- irrumpieron en su casa de forma violenta, informó el sitio PeriodismoyPunto.
Un hecho similar había ocurrido el 19 de abril con su hijo de 14 años, quien logró huir de la base militar. Palacios asegura que lo obligaban a "lavar los uniformes que portaban, cebar mates y luego lo maniataron con un palo". La denuncia menciona golpes de puños, patadas y otros ataques, la víctima subió las fotos a las redes sociales.
"La guardia le cortó el pelo hasta raparlo y lo soltaron horas después", agregó Palacios. La doctora Sonia Alegre constató las lesiones, en tanto el informe habla de "múltiples excoriaciones en hemitórax posterior derecho, región axilar lateral media, hematoma en nalga derecha y muslo pierna derecha".
Mientras Capitanich estaba recorriendo la zona, la Guardia Washek tenía a un menor secuestrado. Mientras el líder de la agrupación, Ariel Fabián, usa un vehiculo registrado por el Ministerio de Ambiente del gobierno provincial y varios de sus integrantes cobran sueldos como empleados de la provincia, a través de una escuela bilingüe ubicada en el Impenetrable chaqueño.