La pequeña localidad de Corzuela, ubicada en el sudoeste del Chaco, a 260 kilómetros de Resistencia, se vio envuelta en una sensación de horror que invadió la comunidad. En primer lugar, se conoció que Germán Jiménez, un soldado voluntario del Ejército, de 24 años de edad fue encontrado sin vida en el patio de la casa de sus padres. El joven estaba de visita ya que residía en la provincia de Buenos Aires. Todos los indicios mostraban un caso de suicidio, ya que tenía un disparo en la cabeza a la altura de la sien.
Tras los primeros momentos de conmoción, los padres del joven pidieron que las autoridades policiales avisaran de la situación a la novia de Germán, quien había viajado junto a él para esta visita. Tras dos horas de búsqueda, los agentes hallaron una escena aún más horrenda. La chica, oriunda de Buenos Aires, llamada Carla Rivera, de 19 años de edad, también voluntaria del Ejército, estaba muerta dentro de la habitación de Germán. Su cadáver estaba envuelto en una manta, asegurada con precintos y disimulada debajo de un estante.
El trabajo del Gabinete científico deberá determinar los últimos detalles, pero todo apunta a un claro hecho de femicidio seguido de suicidio del joven Jiménez. Según trascendió, la malograda joven tenía, también, un disparo en la cabeza, y la manta con que había sido tapada tenía algunos objetos encima, en un claro intento de dejarla “escondida”. Por la vaina encontrada por los peritos, se estima que el arma usada en este terrible suceso es un revolver calibre 22 largo.