La provincia de Chubut aplicará por primera vez la figura de “femicidio transversal” para acusar a un joven que mató a su excuñada de solo 14 años con el objetivo de hacer sufrir a su exsuegra, a la que “quería dañar moralmente”. El acusado es un joven de 22 años que se encuentra detenido.
El 13 de noviembre de 2020 en una vivienda del barrio Pujol de Puerto Madryn, Gabril Orellana, buscó y apuñaló a Lía Vázquez. El joven estaba en pareja con la hermana de la víctima y según los testigos de la investigación “no tenía ninguna razón para asesinar a la chica, salvo la intención de atormentar a su suegra”.
Acá es donde entra la figura de “femicidio transversal”, que según el Inciso 12 del Artículo 80 del Código Penal se trata de un “delito que se concreta cuando se pone fin a la vida de una persona para causar sufrimiento a otra con la que se mantiene o ha mantenido relación de pareja”.
“Aplicamos la figura de femicidio porque están dados todos los componentes, pero además sumamos el femicidio transversal, porque surge que el acusado mata a la chica para dañar a su exsuegra” explicó a Télam el fiscal Jorge Bugueño.
Además aclaró que “Orellana aprovechó la condición de vulnerabilidad en la que se encontraba la niña víctima, por su edad, por su género, por encontrarse indefensa y por la evidente relación desigual de poder”. Y agregó que “el acusado había amenazado a su pareja, hermana de la víctima, con que iba a matar a su familia, cumpliendo con aquella promesa para hacerle sufrir un mal”.
El femicida buscó en Google: “Golpes para desmayar dormir o inmovilizar”
Los investigadores determinaron que Orellana había usado el buscador web de Google para recabar información sobre “golpes para desmayar dormir o inmovilizar” y “puntos débiles para apuñalar”. El joven asesinó a la niña con un arma blanco y dejó el cuerpo sin vida sumergido en un charco de su propia sangre. Luego se dio a la fuga y se llevó dinero con la presunta intención de aparentar un robo.
Pero los elementos hallados en la escena del crimen sumado a las declaraciones testimoniales, las pruebas de ADN, las pericias informáticas y las cámaras de seguridad hicieron que todas las miradas se posicionaran sobre Orellana. La jueza penal Yamila Flores elevó la causa a juicio oral y la oficina judicial deberá establecer las fechas para las audiencias de debate.
