Al menos 5.300 hectáreas de pastizales, formaciones arbustivas, cipreses y vegetación achaparrada de la montaña fueron consumidas por las llamas de un incendio que se desató en la zona cordillerana de Alto Río Corintos, en cercanías de Esquel. Aún no fue controlado informó este miércoles el director de Defensa Civil de Chubut, Walter Flores.
La lucha contra las llamas se reanudó a primera hora de hoy tras la reunión del comité de contingencia que dirige el operativo. Los especialistas habían confirmado que "son por lo menos 5.300 hectáreas las consumidas, lo que afecta a varios campos de la zona y tienen tanto la cabeza como la cola una intensa actividad", explicó Flores a Télam.
El funcionario reconoció que "se trata del mismo incendio que se había dado por contenido el lunes, pero se reactivó producto de los fuertes vientos que comenzaron a soplar en la zona. Las brigadas estuvieron hasta anoche, pasadas las 21, trabajando sin la posibilidad de contenerlo".
Desplegaron cerca de 250 efectivos entre brigadistas, asistencia logística y técnicos, quienes ven dificultada su tarea por el viento de direcciones variables que oxigena y aviva las llamas. Las ráfagas impiden la operación del apoyo aéreo sobre la zona, lo que reduce el trabajo a los medios terrestres.
"Ayer los helicópteros no pudieron operar por lo que todo fue trabajo terrestre muy sacrificado", describió Flores. En la zona se desplegaron helicópteros con helibalde y aviones hidrantes para el apoyo aéreo, además de camiones cisterna y tanques tirados por tractores junto a tres máquinas motoniveladoras para abrir los cortafuegos.
Por su parte, el subsecretario de Bosques de Chubut, Rodrigo Roveta describió que "el personal está concentrado en la construcción de líneas cortafuego con herramientas manuales", aunque en algunos tramos la tarea fue imposible a punto tal que las llamas "cruzaron" la ruta provincial 34 y siguieron por el flanco norte. Roveta recordó que "ayer el viento sopló de manera constante con ráfagas que superaron los 60 km".
Esta mañana con los primeros rayos del sol se reanudó la actividad de los brigadistas y se aguardaban refuerzos tanto del Ejército Argentino como de la Gendarmería Nacional.