Luego de la clausura preventiva del Crematorio Rafaela SRL, por parte de la Municipalidad de Rafaela, ante la falta de normativa de este tipo de emprendimiento, la empresa emitió un fuerte comunicado, en donde admite errores y emplaza a los diferentes poderes de la ciudad a tomar una decisión al respecto. “No se puede poner el freno de mano a una inversión y a la generación de puestos de trabajo”, sostienen.
El texto, que lleva la firma de Claudio Vivas, socio gerente del Crematorio Rafaela SRL, indica lo siguiente:
“Rafaela es una ciudad que crece permanentemente y que se adapta a los nuevos tiempos. En ese desarrollo es indispensable la participación del sector privado, que invierte y genera nuevos puestos de trabajo.
Rafaela es ejemplo en distintos rubros a nivel provincial, nacional como también mundial. Sin lugar a dudas, la articulación pública y privada ha dado sus frutos, permitiendo un proceso claro en el desarrollo del urbanismo local.
Rafaela tiene uno de los índices más bajos de desocupación, que apenas supera el 6 por ciento según datos de la Encuesta Permanente de Hogares que realiza el ICEDel. Además, cuenta con una diversificación de la economía logrando así generar mejores condiciones para enfrentar sucesivas crisis económicas, a las que tristemente el país se ha acostumbrado.
Pero en los últimos años se han visto algunas decisiones erróneas que hicieron que se pierdan inversiones. Una de ellas, quizás la más recordada, es la imposibilidad de instalar una estación de servicios de YPF en avenida Luis Fanti y Suipacha. Otra se regalaba una terminal de ómnibus con un costo multimillonario para el estado y que aún sigue siendo una carga.
A causa de esas malas decisiones políticas se perdieron inversiones millonarias y al menos treinta familias no pudieron tener un empleo seguro en una ciudad como es la nuestra, donde el trabajo es, fue y será parte del ADN RAFAELINO.
Mucho se ha dicho sobre el CREMATORIO que se instala en la Ruta 70, a pocos metros de lo que empieza a ser la Variante Rafaela, una zona donde hasta hace unos años nadie podía pensar en un desarrollo, una inversión o algo que se le parezca. Aunque está claro que, como se dice líneas arriba, Rafaela es una ciudad que crece permanentemente.
Hace algunos años hablar de un CREMATORIO parecía algo funesto, que con nuestra raigambre era difícil de aceptar. Pero también explicamos que Rafaela se adapta a los nuevos tiempos y muchas familias ya empiezan a optar por la CREMACIÓN y para ello deben apelar a otras localidades, algunas no tan lejanas.
Cuando despedimos a nuestros seres queridos la tristeza nos invade y las nuevas generaciones empiezan a optar por otras formas complementarias a los cementerios y la CREMACIÓN pasa a ser una de las opciones elegidas.
Muchos podrán pensar al leer estas líneas que se habla con frialdad, pero es todo lo contrario, porque se ha invertido no solamente en equipamiento y buena calidad constructiva, se ha invertido por sobre todas las cosas en las familias que despiden a sus seres queridos.
Por eso, para nosotros no es sólo una forma de emprender en un rubro que crece constantemente en el país, es pensar en todos los mínimos detalles para que las familias puedan estar con la tranquilidad absoluta que se trabajará con seriedad, respeto y cuidado del ambiente.
Sabemos que hubo malos entendidos y los mismos fueron explicados y solucionados oportunamente. Siempre quisimos respetar las normativas locales y la factibilidad con la que contamos habla de ello.
Es cierto que cometimos un error al avanzar con la construcción por desconocer que la FACTIBILIDAD no habilitaba el proceso legal para la edificación. Por eso estamos dispuestos a cumplir cada paso y responder por lo que hemos hecho mal. Aunque aclaramos que preferimos ser sancionados por hacer que prometer y no hacer.
También es cierto que desde la política, y más en tiempos de campañas y con las diferencias que se acentúan en estos momentos, no se puede poner el freno de mano a una inversión y a la generación de puestos de trabajo. El trabajo es el medio por el que las familias llevan el pan a la mesa familiar y nosotros generaremos muchos empleos.
Días atrás, se realizó desde la Municipalidad de Rafaela la clausura preventiva basada en que “no hay normativa y ese fue el motivo por el que no pudo avanzar ningún trámite administrativo. No hay ordenanza, ni norma que establezca la construcción ni la prohibición de este tipo de actividad en la ciudad. Deberá regularse y tenemos entendido que hay un Proyecto de Ordenanza en el Concejo que deberá resolverse para que, la rueda empiece a andar... veremos si hay coraje del ejecutivo o inteligencia del legislativo, y entonces, Rafaela deje de atrasar, sin shoppings, sin edificios en altura, sin hipermercados, sin nocturnidad, porque entendemos que en tiempos modernos se opaca el futuro. No se crece solamente sumando personas a una ciudad.
Evolucionar es crecer. Tener miedo a crecer es estancamiento y atraso”.