El pasado lunes, una empleada de un supermercado de avenida Brasil al 700, en Rafaela, quedó grabada destrozando la góndola de vinos. Los registros policiales indicaron que, después del evento, quedó detenida.
Este martes, se viralizaron las imágenes del hecho. En ese video de apenas 7 segundos, se ve como la mujer destroza la góndola de vinos, claramente fuera de sí, y en un ataque de nervios.
Por la noche, se conoció una especie de comunicado, firmado por Evelin Roldán. “Soy a ‘mujer en estado de ira’” admitió. Dijo que los dueños del supermercados enviaron “videos e información incompleta” a los medios de comunicación, “haciéndose totalmente los desentendidos “ante lo sucedido”.
“Lamentablemente en ese momento me cegó el enojo, La bronca por las injusticias que viví ahí adentro, el tragarme los maltratos, los retos, el ninguneo, y hasta “manotazos” o insultos por no perder el “trabajo”. En la primer parte del vídeo, que fue editado a conveniencia, expreso todo esto cara cara con la persona encargada de emplearme, recibiendo un despido, sin justificación, ignorándome y corriéndome del lugar sin querer darme al menos una razón”, afirma.
“Estuve mal, y pague como la ley así lo decidió todo el daño que hice, pero a mi quien me reconoce el tiempo invertido, mi dignidad, mis ganas de salir adelante, te largan así, con una mano atrás y otra adelante de un día para el otro sin si quiera darte razones, una explicación, una disculpa al menos, fui una buena empleada, respetuosa, siempre a disposición porque desde limpiar pisos hasta cortar fiambre o atender una caja lo hice con muchas ganas. Las injusticias a veces no se ven del otro lado, y a mi me jugaron en contra todas esas cosas al momento de reaccionar. Por el momento quería que la gente que vio el vídeo y opinó sin saber sepan que detrás de tan grande brote nervioso hay muchas cosas. Yo seguiré el camino legal como corresponde, confiando en que en algún lado hay justicia para los buenos también, y que no hace falta mover cielo y tierra para encontrarla”, cerró.
Vale recordar que este supermercado, cuyos dueños son de nacionalidad china, fue clausurado durante el verano, luego de que una niña recibiera una descarga eléctrica de una heladera. Posteriormente, decomisaron 400 kilos de mercadería en mal estado.