La ciudad sumó un nuevo mural. En este caso, en una de las paredes de la empresa Limansky S.A., en calle M. M. Zavalla de barrio Güemes. Además, tiene una particularidad: 160 metros de extensión.
Esto es obra de Artentapiales, dependiente del Liceo Municipal “Miguel Flores”, que ya lleva 15 años interviniendo en la urbanidad rafaelina.
La propuesta fue presentada por la empresa durante el año 2020, en el marco de su Programa de RSE, con la finalidad de realizar un aporte a la comunidad a través del arte, enriqueciendo el paisaje urbano del barrio. Así nació el proyecto “Los colores de mi barrio” diseñado por el equipo de Artentapiales.
El mismo se basó en una composición de carácter abstracto geométrico a la manera de una paleta de colores o muestrario de tonalidades de pintura, obtenidos a partir de la observación de las características cromáticas del ambiente circundante al muro, tanto de la empresa como de la vecindad. El diseño tenía como objetivo poner en valor el medio ambiente en el que la obra estaría inmersa.
Limansky S.A. tuvo a su cargo la preparación del muro y adquisición de los materiales necesarios, y la concreción del mural fue realizada a través del equipo de Artentapiales integrado por Luis Acosta, Andrés Márquez, Noelia Villegas y Lucía Borgna, con la colaboración de Luciana Dichiara y M. Angélica Amongero y la coordinación general de Patricia Heinzmann.
De este modo, a través de la articulación público-privada, Rafaela cuenta con esta nueva expresión de arte callejero que es mucho más que la intervención de un muro: es la integración de una obra de arte con el paisaje urbano, poniendo en valor los espacios en los que los y las vecinas de la ciudad interactúan con su entorno.
“Artentapiales ha tenido desde siempre un perfil muy colaborativo que queremos fortalecer aún más, como en este caso, sumando más aportes de instituciones y de empresas”, manifestó el secretario de Cultura, Claudio Stepffer.
“Emprendimientos de este tamaño requieren de un esfuerzo cooperador, tanto en el plano artístico como en la disposición de los recursos”, agregó. “Que se involucren entidades representantes del sector privado y de la sociedad civil es un modo de trabajo muy estimulante que beneficia a la comunidad toda, porque estas obras pasan a formar parte del paisaje urbano cotidiano que compartimos y contribuyen a la identidad del sector en el que se emplazan”, puntualizó.