Evaluación, estabilización y terapia son palabras que cobran especial sentido frente a la situación de asistir a un ser humano que acaba de nacer. La posibilidad de tener un servicio de salud cerca y de calidad para brindar estos cuidados rápidamente a quienes acaban de llegar al mundo significa para las familias y para la comunidad en general, un gran respaldo. Así, el SAMCo Rafaela “Dr. Jaime Ferré” a través de su Servicio de Neonatología, cuenta con una unidad crítica de alta complejidad con capacidad para recibir a diez pacientes recién nacidos, tanto en incubadoras como en cunas, según la asistencia requerida. En caso de requerir internación más allá de los 28 días de vida, pasan a la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) Pediátrica, creada hace un año dentro mismo del Hospital.
La sala cuenta con equipamiento biomédico de alta tecnología que le posibilita brindar atención de alta complejidad aniñas y niños nacidos con más de 1,5 kg y más de 32 semanas de gestación. Este equipamiento está a disposición de un equipo médico y de enfermería especializado. La articulación entre la Neonatología, la internación general pediátrica y la UCI pediátrica hacen del “Jaime Ferré” un centro de asistencia de gran importancia en la Provincia de Santa Fe.
Equipamiento médico de última generación desde el parto
El servicio de Neonatología cuenta con una sala con 8 incubadoras y 4 cunas. Cada uno de estos puestos de atención está equipado con aparatología de alta tecnología, como respiradores, monitores multiparamétricos con capnografía (control de respiración) y presión arterial invasiva, bombas de infusión, sistemas de gases, y energía de emergencia. También dispone de servicio de radiología digital móvil y ecógrafo en sala, lo que permite realizar diagnósticos por imágenes sin necesidad de trasladar a las y los pacientes.
Además, el hospital local sigue fortaleciendo este servicio con tecnología incorporada recientemente. Entre los nuevos dispositivos se encuentra un equipo biomédico llamado “Neopaff” útil para administrar oxígeno desde el momento del nacimiento en sala de parto hasta su traslado a Neonatología, manteniendo los parámetros ventilatorios constantes.Sumado a esto, la Asociación Cooperadora del Hospital adquirió un equipo de monitoreo hemodinámico que permite diagnosticar cardiopatías congénitas en forma temprana para comenzar así, un tratamiento precoz. El Hospital de Rafaela el único de la región en contar con estas tecnologías.
El insustituible apego materno y el alojamiento para madres
La importancia terapéutica del apego está comprobada por diversos estudios e investigaciones en la comunidad científica global. La cercanía de – especialmente– la madre del o la bebé en los primeros momentos de la vida puede ser fundamental para su evolución. La Dra. Ana Zanetti, pediatra y neonatóloga, Jefa del Servicio de Neonatología, destaca este aspecto del cuidado. “El contacto piel a piel de la madre en los casos en que el pequeño o la pequeña pueda salir de la incubadora, ya sea para alimentarlo o simplemente para sostenerlo con la modalidad llamada sistema canguro, favorece la evolución general y el neurodesarrollo”, asegura la especialista.
Para la Dra. Zanetti, ese tiempo de contacto que se genera cada 3 horas es propicio también para capacitar a cada mamá en los cuidados específicos que va a necesitar su bebé: atención ante signos de alarma, lactancia, vestimenta, registro de temperatura, entre muchos otros. Por esto, la institución cuenta con un espacio acondicionado con cuatro camas para alojar a las mamás de bebés que, por diferentes motivos, no disponen de un lugar donde quedarse durante la internación. Allí pueden pasar el día y sentirse acompañadas por personas en su misma situación lo que puede generar vínculos de solidaridad y contención.
Este espacio surgió inicialmente como una facilidad para las mamás de pacientes derivados desde localidades de la región ya que la sala de Neonatología recibe pacientes (sin y con obra social) de los departamentos Castellanos, San Cristóbal y 9 de julio. Pero en ocasiones también es utilizado por rafaelinas que viven en barrios alejados del hospital y que no tienen medios de transporte para llegar al encuentro con sus bebés con la frecuencia indicada. La gestión de la Residencia para las mamás cuenta con el apoyo incondicional y sostenido del Voluntariado del Hospital.
Cada componente del servicio está gestionado bajo la perspectiva del cuidado integral del paciente y de su acompañante bajo la premisa de que cada aspecto contribuye al mejor pronóstico y desarrollo.