“Los convoco a todos a la aventura de romper las cadenas de la indiferencia, porque no todo da lo mismo. La independencia no es soplar y hacer botella, y sostener el orden tampoco. La patria grande y la patria chica los necesitan a ustedes defendiendo el valor que nos unió siempre. Cuento con ustedes”, afirmó el intendente Mariano Uset en su discurso por el 205° Aniversario del Día de la Independencia.
El acto central que conmemora el 9 de julio de 1.816 se llevó a cabo en el Monumento a las Provincias, ubicado en el bulevar de calle Avellaneda, lugar en el que estuvieron presentes secretarios y directores del Departamento Ejecutivo, el presidente del Concejo Deliberante, Nicolás Aramayo, y concejales de los distintos bloques políticos, autoridades de la Armada Argentina, Consejo Escolar y Jefatura Distrital de Educación.
Participaron además todos los centros de residentes provincianos, veteranos de guerra y peñas folklóricas de Coronel Rosales, quienes al término del acto interpretaron diferentes bailes tradicionales celebrando el 9 de julio.
“Qué mejor que recordar aquel congreso general de las provincias, en este monumento justamente pensado en homenaje a las provincias. Qué mejor que hacerlo junto a los hijos de las provincias representando a cada uno de los centros, junto a nuestros veteranos de la guerra de Malvinas y nuestras peñas folklóricas”, explicó Uset sobre la elección del lugar para conmemorar un nuevo aniversario de la gesta de independencia.
“La declaración de independencia incluía algo que en la historia a veces pasa de largo. Señalaba el fin de la revolución y el comienzo del orden, necesario para consolidar esa independencia y desafío pendiente para sostenerla. La revolución permanente y el desorden, son el negocio de unos pocos que se benefician del caos”, sentenció el Jefe Comunal.
En un tono más político y en presencia de representantes de otras fuerzas políticas Uset finalizó: “Para quienes no existen valores como el sacrificio, el trabajo, el estudio, la responsabilidad, la solidaridad y por el contrario promueven la vagancia, el oportunismo, la ventaja, la irresponsabilidad, el egoísmo, el autoritarismo y la violencia verdadera, que no pase inadvertido porque no es lo mismo. Veo día a día como nos adormecemos frente al embate del desvalor sobre el valor, del demérito sobre el mérito, y esa sensación que parece que todo da lo mismo”.