Este jueves por la mañana, un ingeniero electrónico mató de un disparo en el pecho a un ladrón cuando este último quiso robarle su auto.
El hecho tuvo lugar a las 7 de la mañana en La Matanza, provincia de Buenos Aires. El fiscal que se hizo cargo de la causa dejó en libertad al ingeniero al considerar que actuó en legítima defensa. El ladrón asesinado tenía 19 años y hacía solo un mes que había salido de la cárcel.
Las imágenes de lo sucedido quedaron grabadas por las cámaras de seguridad situadas entre las calles Paraguay y Constitución, en el centro de San Justo.
Quién es el ingeniero que mató a un ladrón en San Justo
Identificado como P.K, es un hombre de 54 años, que tuvo un giro en su vida, después de que un hombre intentara robarle su auto. Sin embargo, quien hasta allí era la víctima de un intento de robo, sacó su arma y disparó contra el joven de 19 años.
El sujeto en cuestión, es un ingeniero electrónico que se graduó hace 25 años de la UTN y es padre de familia. Sin embargo, este jueves dejó todo eso atrás cuando tomó la Bresa Thunder calibre 45 que disparó contra Ulises Camacho, el delincuente abatido.
P.K. reside en Capital Federal, precisamente en Barrio Norte, y trabaja -desde agosto de 2021- en una de las empresas de telecomunicaciones más reconocidas del mercado.
En sus redes sociales, el ingeniero electrónico, fanático de Boca Juniors, no esconde su pasión por las armas y demostró, en varias publicaciones, su fanatismo por la caza. En un posteo en Instagram, con una escopeta sobre su hombro derecho, escribió: “Siempre me gustó cazar, me gusta cazar y me va a seguir gustando cazar”.
Cómo fue el momento que terminó con el ladrón muerto en San Justo
El ingeniero electrónico, de 54 años, llegaba a su trabajo. En ese momento, el ladrón lo interceptó acercándose hasta su vehículo y sacó un arma (de réplica) para intimidarlo.
En ese momento, el trabajador abrió la puerta de su auto y le disparó al pecho. El delincuente, agonizando, atinó a alejarse de la puerta del coche, cayó al suelo y murió.
Inmediatamente, el ingeniero bajó de su auto empuñando su revólver. Al percatarse de que el ladrón estaba malherido, sacó su celular.
Minutos después, la Policía encontró el cuerpo tendido y dio aviso al fiscal de Homicidios, Gastón Duplaá.
Tras la revisión de las cámaras, las fuerzas de seguridad dieron con el ingeniero que estaba en su lugar de trabajo. Estaba en completo estado de shock y confesó todo lo que había sucedido, además de entregarles su arma calibre 45.
El hombre brindó su testimonio ante el fiscal, quien determinó su libertad al justificar que su accionar se debió a legítima defensa.