El ministro de Seguridad de la Nación, Sergio Berni, fue increpado y golpeado este lunes por la mañana durante una protesta de choferes de colectivos de la Línea 620, a raíz del asesinato de un compañero de ellos, Daniel Barrientos, sucedido en La Matanza.
Berni recibió ocho golpes, y acabó con el rostro cortado como resultado de ellos y con fractura del malar. Por tal motivo, debió ser atendido en el hospital policial Churruca, y tras su salida, dialogó con la prensa y aseguró que no piensa renunciar a su puesto político.
Como primera instancia, el ministro comentó que “Ya detuvimos al primer sospechoso. No es un hecho habitual, no va a quedar impune”, y le envió condolencias a la familia de la víctima.
“No tengo ninguna duda de que a estos asesinos los vamos a tener. Por eso pedimos desde el 10 de diciembre de 2019 la presencia de la gendarmería en la provincia de Buenos Aires”, comentó Berni.
Berni no va a denunciar a quienes le pegaron
El ministro hizo referencia ante la prensa que no quiere iniciar acciones legales contra los choferes que le propinaron golpes: “Es un hecho trágico que nos duele a todos, más que los golpes que uno recibe, más allá de tener fractura de cráneo y hundimiento de la órbita. Ahora están viendo si tienen que operarme o no. No voy a denunciar a los agresores”.
Berni debió ser evacuado por efectivos de infantería y fue retirado del lugar contra su propia voluntad, dado que él declaró que quería quedarse para solucionar las disputas.